Telefónica, la de toda la vida, la que contrató a Urdangarin para que viviera de cojones en Washington sin dar palo al agua, es la que mejores infraestructuras tiene y abusa de su situación de poder todo lo que puede, valga la redundancia. Tarde o temprano se comerá a Yoigo, cuarta de las empresas titulares de derechos de telefonía móvil en España. Vodafone anda tras ONO y a fe mía que acabará quedándose con ella porque las sinergias de la fusión, absorción o compra son más que evidentes y además, los inversores de ONO, mayoritariamente fondos de inversión, están por la labor de integrarse en Vodafone más que de salir a bolsa.. Finalmente Orange está en vías de hacerse con Jazztel, empresa que ha obtenido grandes éxitos en la captación de clientes debido a su agresividad comercial. De esta manera todos contentos porque el pastel, que ha crecido generosamente durante los últimos años, vuelve a repartirse sólo entre tres.
Perdurarán las operadoras virtuales: Más, Lebara, Pepephone, Simyo,..., pero es una perdurabilidad que quizá no se extienda mucho en el tiempo porque la tendencia al oligopolio, tan presente en España desde siempre, hace que, en realidad, este mercado sea, como tantos otros, un monopolio de tres, un "tripolio".
Y por él han de pasar las virtuales cuyo funcionamiento es muy sencillo: compran ingentes paquetes de tiempo o de datos a las tres operadoras de siempre, que les hacen un gran descuento y quedan a muy buen precio, y lo venden al usuario final un poco más caro, teniendo la ventaja de que al ser meramente intermediarias no tienen que ocuparse del despliegue y mantenimiento de las redes.
Algo similar pasó con la venta de hidrocarburos. Con franco todo era Campsa, que por lo menos no engañaba porque su nombre era Companía arrendataria del monopolio del petróleo. La liberalización llevó a que grandes empresas multinacionales intentaran instalarse en España: BP, Agip, Shell, Esso, Galp, Texaco,..., las cuales, salvo una presencia no muy elevada de BP y Galp, han acabado claudicando ante la presión cuasimonopolística que ejercen el duopolio Repsol y Cepsa, con el apoyo de BP y Galp.
En 2010 el reparto del negocio de los carburantes en España estaba así: 

En la actualidad la concentración se ha acentuado y entre Repsol, Cepsa y BP manejan casi el 80% de las ventas de carburantes en España, con lo cual se hallan en disposición de concertarse para marcar los precios y niveles de variación de los mismos en el mercado español. No es la primera vez que son multados por la CNMC por este motivo. La pregunta es ¿lo hacen?, ¿se conciertan para establecer precios?. A mi no me cabe ninguna duda porque la única manera que tienen de competir entre ellas es el precio o el servicio que ofrecen. El servicio de Cepsa es, según mi experiencia, el más horrible de todos más que nada porque ya no conozco ninguna gasolinera de esa compañía que no sea de autoservicio y que el de la caja tenga un coeficiente intelectual normal. Repsol y BP si tienen despachadores, no en todas, y personalmente me quedo con BP. De Galp y otras no digo nada porque en Baleares no hay, al igual que tampoco hay gasolineras en los centros comerciales, ni "low cost". Pero las habrá a no mucho tardar y los cuasimonopolistas ya están poniendo pegas: que si no van a tener personal para atender al cliente, que si los carburantes serán de peor calidad, que si la abuela fuma y la vaca se bebe el whisky, ...., total porque te vendan la gasolina 10 centimos/litro más barata (son un euro cada diez litros y unos 6 euros por un depósito de coche lleno).
En un pueblo cercano a mi pueblo oscense hay una gasolinera puesta por la cooperativa de agricultores que es baratísima pero tiene un inconveniente: la primera vez que echas gasolina tienes que estar media hora hasta que entiendes como funciona porque no hay nadie que te lo explique. pero lo agricultores de la zona, y tantos otros, una vez le han cogido el truco acaban yendo a ella por el precio y eso que en Aragón no hay céntimo sanitario. Total, en tantas estaciones de servicio de las marcas punteras tienes que acabar echándote tu la gasolina que por lo menos buscas el mejor precio. Las grandes van a no hacerse daño entre ellas y así, todos 8ellos, claro) contentos.

En fin, si acabamos considerando que la telefonía se pelea con el sector financiero en cuanto a encabezar el ranking de protestas de usuarios en España y que las eléctricas no bajan del quinto puesto, veremos que no solo es que no haya competencia en el precio sino que además el servicio que dan es muy, muy malo.
Y en no habiendo más habas, así nos luce el pelo.
SALUDOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario