Lo malo no es lo anterior, que lo es y mucho, sino que, además, en marzo de 2012, cuando se solicitó a BE este bonus por objetivos, Rato ya conocía que la matriz de Bankia (BFA) rozaba la quiebra y que haría falta más ayuda del estado. Dos meses más tarde llegó la intervención y la inyección de dinero que, según la Comisión Europea, supera los 36.000 millones de euros, que se dice pronto, pero que, en pesetas son SEIS BILLONES, con B de Bankia, Botín, Blesa y Bárcenas.
O sea, que echas a gente y cierras oficinas para ahorrar y parte de ese dinero que ahorras lo inviertes en gratificar a una pandilla de cabrones por su "trabajo bien hecho". Es alucinante, aunque, menos mal, que el BE no autorizó el cobro de esas cantidades. De todas maneras, hay algo que me llama la atención en el escrito de bankia al BE y es que son incapaces de precisar el número exacto de empleados que han abandonado la entidad (mediante EREs, jubilaciones anticipadas y tal). Dicen que en torno a 3.800 y eso, en castellano, pueden ser entre 3.700 y 3.900, lo que puede darnos a entender que si no saben contar personas ¡¡igual tampoco saben contar dinero!!. Yo me estoy yendo, pero aún me deben más de 4.000 euros en "bonus" por haberles ayudado mediante la compra de acciones a que salieran adelante.
Al final va ser más rentable dedicarse a cerrar oficinas y echar a gente a la calle que el empleo de "verificador" que cinco soplagaitas desempeñan con ETA a razón de 600 euros diarios. En ambos empleos estás rodeado de mentirosos, cabrones, ladrones, pero los de ETA matan a tiros y estos de la banca, que se sepa, todavía no. Aunque hay muchas maneras sibilinas de matar a la gente: hipotecas bomba, préstamos suicidas, preferentes antipersonas, muerte por acciones, etc...
Y para colmo, en la semana de Carnaval comparece Blesa en la Audiencia Nacional disfrazado de sinvergüenza. Bueno, disfrazado no iba, él viste así normalmente, pero es el auténtico traje de sinvergüenza-vividor-chulo-relamido-engreído. Es realmente una vestimenta multifunción que no sólo viste él, sino muchos otros de la banca. Acordémonos de Mario Conde o sin ir más lejos de los Botines (aunque éstos con mucho menos "charm") incluso Rato, que después de ser defenestrado de Bankia se ha ido al Santander. Según me han dicho lo que pasó es que Alí Babá, quiero decir, Emilio Botín, se puso a contar en el consejo de administración y solo le salían 39 secuaces y por eso llamó a Rato, para que sean realmente 40 como en el cuento. Aunque el cuento con rato sería "Alí Babá y en torno a los 40 ladrones".
Aquí Botín explicando a sus acólitos que para triunfar en finanzas hay que ser un poco cabrón. Ved si no el gesto de su mano.
Éste es otro de esos politiquillos enchufados y abogados de pacotilla que quieren adquirir su media hora de fama a toda costa. ¡pues aquí la tienes, cabrito!
SALUDOS
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