sábado, 15 de marzo de 2014

LOS VENDEDORES DE HUMO NO CAMBIAN

Como os comenté, el otro día me quejé en mi oficina de Bankia porque en la mesa de caja habían quitado las sillas para los clientes. la mesa es de las normales, de despacho, y quedaba muy ridículo que el cajero te estuviera despachando billetes mientras tenía la mirada a la altura de tus partes pudendas, por decirlo fino. además, era incómodo si tenías que firmar o escribir algo porque tenías que agacharte y eso a las personas de cierta edad, como yo, nos va mal para la espalda.
Como me dijeron que era política de la empresa para agilizar las gestiones en la caja, pregunté por el director para quejarme y me atendió la subdirectora que, amablemente, me hizo rellenar un papel de queja sugerencia dirigido al departamento de atención al cliente.
Hoy me ha llegado la contestación, que es la siguiente (escaneada del original, bueno, el logotipo no):
        SERVICIO DE ATENCIÓN AL CLIENTE



                 Estimado señor                    Madrid,20 de febrero de 2014


En relación a su escrito1 recibido en este Servicio de Atención al Cliente, en el que nos transmite  su malestar con el deficiente servicio prestado en la oficina 9981 al retirar las sillas de la mesa de caja, ante todo, queremos trasladarle que en Bankia nuestro principal objetivo es conseguir su máxima satisfacción como cliente.

Una vez analizada  personalmente  la  situación que nos plantea, debemos informarle que  el equipo humano  de Bankia está orientado a solucionar con la mayor eficiencia y respeto todos los problemas o incidencias que  pudieran surgir, lamentando  si el servicio no ha cubierto sus expectativas y le agradecemos nos haya hecho partícipes de su opinión, de apreciación valiosa para Bankia ya que nos permite seguir mejorando en beneficio de todos sus clientes y subsanar las posibles deficiencias relativas a su actividad.

Asimismo,en atención a sus consideraciones, le comunicamos qué hemos dado traslado de su escrito a la Dirección Comercial de Bankia para su conocimiento y a los efectos oportunos.

Sentimos la percepción que nos traslada en relación a las cuestiones reclamadas y le reiteramos que nuestro  único interés es ofrecerle el mejor servicio y la mejor atención posibles, con el objeto de seguir contando con su confianza que, sinceramente agradecemos, como cliente de Bankia.

Sin otro particular, reciba un cordial saludo.




Marta Góngora  Otegui
Directora del Servicio de Atención al Cliente



Empiezan contándome que su principal objetivo es conseguir mi máxima satisfacción y será por eso que me tienen de pie en la mesa de caja. Me sigue contando una película sobre el equipo humano de la entidad que solo busca el beneficio del cliente y subsanar deficiencias y -ojo que esto es fundamental- en atención a mis consideraciones dan traslado de mi escrito a la dirección comercial, que eso debe ser todo un honor para mí, según parece. Y finalizan el rollo pidiendo disculpas y volviendo a repetir, por tercera vez, que su interés es ofrecerme los mejores servicio y atención posibles.

Pero ¿esto qué es?. ¡Si yo sólo quería que repusieran las sillas! ¡Dios mío la que he liado...!
Sin embargo, debe haber surtido efecto porque esta misma mañana las sillas habían sido repuestas.
La cuestión ha dejado ya de ser, desde mi punto de vista, sillas sí o sillas no. La cuestión es que para reponer en su sitio dos putas sillas haya que haber movilizado al departamento de atención al cliente (a su directora, nada menos) al departamento de recursos humanos y a la dirección comercial... poco más y mandan a Goirigolzarri a poner las sillas.
Y han echado solo a 4.000 de bankia. A catorce mil chupatetas, lameculos e ineptos hubiera echado yo, principalmente de los departamentos antes citados pues a la vista está que su puesto de trabajo carece de contenido serio y siguen dedicándose a la venta de humo y a gastar tiempo y recursos que, de momento, seguimos pagando los accionistas estafados y algunos preferentistas.
Dios mío, ¡llevátelos!

SALUDOS

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