lunes, 3 de marzo de 2014

PEÑAFIEL Y CATALANADAS

No es que sea santo de mi devoción porque me parece excesivamente trasnochado, pero, de vez en cuando, Jaime Peñafiel tiene algún punto perverso que me gusta. En su último escrito habla de que el juez Castro se dirigió a la infanta Kit durante su interrogatorio como señora, al igual que la abogada del estado y la de Manos limpias (¿?), "mientras sus defensores, Roca, Silva y Horrach, lo hicieron siempre como "alteza". Eso de que incluyas a Horrach (el presunto fiscal anticorrupción) entre los defensores de Kit es todo un puntazo Jaime. Además, en el mismo artículo hace unas divagaciones sobre como podría dirigirse Letizia a sus suegros, extremo que la Casa no ha aclarado nunca. Descarta que les llame Juanito o Sofi. Tampoco papá y mamá y por eliminación llega a la conclusión de que debe llamarlos señor y señora, para acabar diciendo "me gustaría saber como se refiere el rey (la reina me lo imagino) cuando habla de su impresentable yerno: "éste..", ése...", "aquél...". Según Confucio "cada uno debe ser tratado según el significado del nombre que se le da"". Hay veces que, por lo agudo y ácido, hasta no parece Peñafiel.

Otro periodista, el catalán Enric González (o Gonsáles según los nasionalistas), empieza su artículo de la siguiente guisa:
Un rasgo característico de la política catalana ha sido, durante los últimos 40 años, la ambigüedad. Y en eso, en la ambigüedad, nadie llegó tan lejos como el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), socio catalán del PSOE. Era el partido de las dos almas y las dos lenguas, el partido españolista, catalanista e incluso, si convenía, nacionalista, el mayor partido de izquierdas y el partido del establishment. Hasta ahora.
La crisis ideológica de la socialdemocracia y, sobre todo, el auge del independentismo, han convertido al PSC en un partido menguante. Su electorado es cada vez más pequeño. Sus dirigentes admiten que el partido corre el riesgo de desaparecer. Como en las muñecas rusas, cada dirigente lleva dentro un sucesor de menor tamaño. Hablamos de votos. Pasqual Maragall fue quien logró mejores resultados en unas elecciones autonómicas: 1,1 millones en 1999 y algo más de un millón en 2003. Con José Montilla, los votos bajaron hasta 789.000 en 2006 y 570.000 en 2010. El actual secretario general, Pere Navarro, se quedó en 523.000 en 2012. Y las previsiones para el futuro inmediato son pesimistas. «El PSC se fundó para que la gente no tuviera que elegir», dice Miquel Iceta, ex viceprimer secretario, miembro de la ejecutiva del PSOE y del consejo nacional del PSC, y diputado en Madrid y Barcelona. «Si hay que elegir», añade, «palmamos».
El artículo se titula "PSC: Dos almas. El asombroso caso del partido menguante" y ejemplifica muy bien cómo están las cosas en el que casi desde siempre, desde la Transición, ha sido el partido mayoritario en Cataluña en número de votos, que  no en escaños. Llegaron a gobernar en las ocho principales ciudades catalanas, incluidas las capitales de provincia y en dos de las cuatro diputaciones. Todavía ahora conservan Lérida, Tarragona y Cornellá, entre las ciudades importantes, pero a partir de ahora ¿qué?. De ser el partido más votado y la segunda fuerza  en el parlamento catalán puede pasar a ser la quinta. Seguid así y acabaréis desapareciendo haciéndole un gran favor a los chalados independentistas.

Y estos siguen con sus tontunas. El portavoz de ERC en el congreso español, Alfred Bosch, en compañía del payasete Tardá, andan de puerta en puerta de las embajadas extranjeras en Madrid intentando explicar y/o vender la independencia catalana.  Como los escritos que Más ha enviado a los europeos no sirvieron ni para limpiarse el culo porque era papel muy grueso, los republicanos están haciendo campaña y, que se sepa porque lo han reconocido ellos, han visitado ya la embajada de Uruguay y la de Egipto. ¡Todo un triunfo!.
Más que nada porque los uruguayos son menos de la mitad de los que los catalanes dicen ser y poca bulla pueden armar. Además aunque su presidente, José Mújica (en la foto), sea un rojillo de toda la vida y haya legalizado el consumo de cannabis (por hacer el país mas Guay), me parece que tienen poco poder de presión en el mundo mundial. Porque no es que no sea del G-8, ni del G-20, es que no es ni del G-150.
Por la parte de Egipto creo que les han dicho que bastante tienen ellos con lo suyo, que mediante un golpe de estado han depuesto a un presidente que, aunque islamista declarado, fue elegido democráticamente (Mursi) y que ahora no saben como salir del atolladero salvo volviéndose a echar por enésima vez en brazos de los militares.
Pueden acabar yendo a explicárselo también a Ucrania, al terrtitorio semiautónomo (hasta ayer) de Crimea, a Turkmenistán, a Tonga o a Papúa-Nueva guinea, pero lo mejor que pueden hacer es explicárselo a los de la república independiente de su casa, es decir, a los propios catalanes y ya puestos a los de Ikea, que son los inventores del término. Como los suecos, cuando no se hacen el ídem, son bastante amables y educados seguro que les escucharán pero, eso sí, tras haber realizado algún gasto en muebles para ir acondicionando la futura república catalana (¿o pondrán a Pujol de Ubu Rey?) porque está muy bien eso de la independencia pero el negocio es el negocio, aquí, en catalonia y en Suecia.Los diputados de ERC Joan Tardà y Alfred Bosch, durante una reunión...
Bosch es el relamido y Tardá el más feo, y no doy más pistas

Pero optimismo que no falte, y si no, al loro:  En sus contactos, Bosch defiende que lo que quieren los catalanes es lo que ya han hecho los ciudadanos de Quebec, en Canadá, o lo que van a hacer los de Escocia. Nada fuera de lo que ocurre con normalidad en otros países occidentales.

En efecto, en todos los países se están escindiendo y reclamando la independencia territorios. Basta ver los ejemplos de Estados unidos, Alemania, Francia, Holanda, Italia. Además, el tal Bosch dice que: el interés internacional que está despertando el proceso independentista catalán es «muy alto en los cinco continentes». No en vano, se ha entrevistado con representantes de países europeos e iberoamericanos, pero también del resto del planeta. «Es muy difícil decir dónde es mayor el interés», dice, «pero sí donde es sorprendentemente menor: aquí, en España» Algunos embajadores han querido viajar a Barcelona para entrevistarse allí con el secretario general de Esquerra, Oriol Junqueras; con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, o con otros altos cargos del Govern de CiU.

Las colas detectadas por Aena el el puente aéreo Madrid-Barcelona y por Renfe en el Ave entre estas dos ciudades han llenado de preocupación a estos dos entes por si hubiera escasez de billetes. Porque no hay embajador que se precie que no esté dispuesto a acudir a la llamada de Más el mesías o del di-osito Junqueras para conocer de primera mano la noticia más importante del mundo mundial en tras el fin de la II Guerra mundial, la independencia catalana. ¡No te jode!

Por si fuera poco lo de Más y cía., resulta que ya tienen medio pergeñada una ley de extranjería para cuando sean independientes:
La fundación Nous Catalans, afín a la formación y dedicada a entablar relaciones con asociaciones de inmigrantes extranjeros, ha realizado un documento sobre cómo debería ser la política de inmigración en la Cataluña independiente, que en principio no afectaría a los ciudadanos españoles. (¡Qué suerte vamos a tener que no necesitaremos aprender catalán!)
El escrito, que el sábado se completó con propuestas de las entidades de inmigrantes, se debe presentar y debatir en el Consejo Nacional del partido en dos semanas. En él, la fundación realiza varias propuestas para «gestionar los flujos migratorios» que necesita Cataluña, partiendo del hecho del «bajo índice de natalidad de los catalanes» y con el objetivo de «asegurar el crecimiento industrial y económico».
Cataluña «necesitará seguir atrayendo nuevos ciudadanos» del resto del mundo, dice el informe. Y para regular «una política migratoria propia», la fundación propone que «la futura obtención de la nacionalidad catalana» se supedite a que los inmigrantes acrediten «un conocimiento mínimo de lengua, historia y cultura catalanas». Además, deberán comprometerse a «respetar valores como la igualdad de género, la libertad individual, la democracia, el respeto a los derechos humanos o la lucha contra el racismo y la xenofobia».
El documento señala que se debería hacer «un proceso extraordinario de reconocimiento de la situación legal» de los inmigrantes que «acreditasen la residencia permanente, trabajo e integración» antes de la independencia. En este sentido, quieren dar plenas garantías a los trámites iniciados para obtener los permisos de residencia o nacionalidad antes de la proclamación del Estado catalán y mantener los convenios que tiene España con otros países por motivos de doble nacionalidad.
También se fijan los criterios para que los colectivos de inmigrantes puedan ser ciudadanos catalanes. De esta forma, además de los requisitos de conocimiento de lengua y cultura catalana, se pedirá un tiempo mínimo de residencia continuada: cinco años por regla general, pero sólo dos si se trata de un ciudadano andorrano o nacido en los territorios considerados como Països Catalans -en zonas no españolas, como l'Alguer, en Italia- o tres si ha habido matrimonio con un catalán. También se establecen las medidas para la formación y ocupación de los inmigrantes, las ayudas económicas a los más pobres y las coberturas en sanidad y educación. «A diferencia del Estado español, en Cataluña se seguirá garantizando la cobertura sanitaria para todos los que estén empadronados», indican.En este documento también se establece la creación de un «visado especial de 24 meses» para estudiantes extranjeros que han finalizado sus estudios en Cataluña y se quieren quedar. Además, se propone eliminar «el veto del Gobierno español al aeropuerto de Barcelona para operar con vuelos directos internacionales de 23 países». También se apuesta por cerrar los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) y por la creación de lugares «humanamente dignos» para las personas que esperan la repatriación, «gestionados por entidades sociales en vez de la actual gestión policial». Otro de los puntos importantes del documento indica que se intensificará la enseñanza de la cultura, la historia y la lengua catalanas entre los colectivos de inmigrantes utilizando las asociaciones y los espacios públicos, como bibliotecas o centros cívicos. Además, se pretende «aprovechar el potencial de penetración que tienen entre los colectivos de inmigrantes los diferentes sitios de culto religiosos, como iglesias, mezquitas o sinagogas» para difundir el catalán y la cultura.

¡CÁGATE LORITO!, en catalán  FES-TE'N CACA LLORET!




Por cierto, ayer le robaron el partido al Atleti con dos penaltis muy claros no pitados. Eso si quie tiene pecado y no solo para los atléticos., también para los barcelonistas. ¡Rajoy, mamón, te has deshecho de Pedro J. y quieres que la liga la gane el Madrid!

De Pedro J. ya hablaré otro día.

SALUDOS.

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