martes, 3 de diciembre de 2013

SOLUCIONES PARA EL CONGRESO

Bueno, pues ayer hablábamos de cómo combatir la bipartitocracia que domina casi todos los ámbitos de la vida en España y hoy voy a dar unas pinceladas (más bien brochazos) de lo que se podría hacer:
En primer lugar una reforma en profundidad de la ley electoral buscando un mayor ajuste entre el axioma "un hombre un voto" y la realidad. porque resulta que no vale lo mismo un voto en Soria que en Madrid, ni en Menorca que en Mallorca, ya que en ambos casos la representatividad que se obtiene en Soria o Menorca con un voto sólo se obtiene en Madrid o en Mallorca con tres o más votos. Es decir, un diputado necesita menos votos sorianos para acceder al congreso que votos en Madrid. Este es un defecto congénito a la ley electoral que marcó como distrito o circunscripción electoral las provincias e impuso un mínimo de diputados por provincia, que se va incrementando en función de la población de dichos distritos. En las últimas elecciones generales, la distribución de escaños por provincias fue la siguiente:
CircunscripciónDiputados
Madrid36
Barcelona31
Valencia16
Alicante y Sevilla12
Málaga y Murcia10
CádizVizcayaLa CoruñaBalearesLas Palmas y Asturias8
Santa Cruz de TenerifeZaragozaPontevedra y Granada7
TarragonaCórdobaGeronaGuipúzcoaToledoAlmeríaBadajoz y Jaén6
NavarraCastellónCantabriaValladolidCiudad RealHuelva y León5
LéridaCáceresAlbaceteBurgosSalamancaLugoOrenseLa Rioja y Álava4
GuadalajaraHuescaCuencaZamoraÁvilaPalenciaSegovia y Teruel3
Soria2
Ceuta y Melilla1
La provincia de Soria tiene poco más de 70.000 personas censadas con derecho a voto y elige dos diputados. La provincia de Madrid tiene unos 4.500.000 personas censadas con derecho a voto, es decir, casi 65 veces más y sin embargo a la hora de traducirse en diputados solo tiene 18 veces más. ¿Es o no injusto?. Luego dicen en provincias pequeñas que no pintan nada y, en este caso, el voto vale 3'6 veces más.

Con esta asignación se incumple el artículo 68 de la constitución (CE) que dice: " El congreso se compone de un mínimo de 300 y de un máximo de 400 diputados, elegidos por sufragio universal, libre,IGUAL, directo y secreto .
Tanto esta división como la aplicación de la ley D'Hondt favorece en España a determinados partidos: los dos grandes y los nacionalistas-independentistas. Buscándose la fácil formación de mayorías y tratando de evitar la dispersión de partidos representados en las cortes se prima, descaradamente, a los partidos citados anteriormente. Por ejemplo, veamos el resultado en votos y escaños de las últimas elecciones generales:

PARTIDOSVOTOSESCAÑOS
20112008
PP10.830.693186154
PSOE6.973.880110169
CiU1.014.2631610
IU1.680.810112
AMAIUR333.6287
UPyD1.140.24251
PNV323.51756
ERC256.39333
BNG183.27922
CC-NC-PNC143.55022
COMPROMÍS-Q125.1501
FAC99.1731
GBAI42.4111
EQUO215.7760
PACMA101.5570

Comentando por encima:
El PP tiene 10 veces más votos que UPyD pero casi 40 veces más diputados.
El PSOE tiene 6 veces más votos que UPyD, pero 22 veces más diputados.
Amaiur tiene 5 veces menos votos que IU y le aventaja en 4 diputados. También tiene 4 veces menos votos que UPyD y dos diputados más.
Geroa-bai, con 42.000 votos tiene un diputado y EQUO, con cinco veces más votos no tiene ninguno.

En fín, que está claro: Como reconoce en un informe el Consejo de Estado: el actual sistema electoral perjudica mucho a las formaciones con un apoyo en votos a nivel nacional de entre el 15 y 3% debido a la división innecesaria en 52 circunscripciones, división introducida deliberadamente y por sorpresa al redactar la constitución y luego la propia ley electoral (LOREG), para favorecer la existencia de dos partidos grandes en contra de los pequeños de distribución nacional, mientras que no perjudicaba a los partidos regionalistas que concentran su voto en pocas provincias.  

Soluciones: modificar la Ley Electoral para conseguir que mi voto valga igual que el de mi primo de Huesca, cambiando las circunscripciones electorales, rebajando el porcentaje mínimo de votos para poder entrar en el congreso y modificando la Ley D´Hondt que sólo busca mayorías. Para ello sería menester habilitar un sistema más proporcional: por ejemplo, ya que la ley permite hasta 400 diputados y solo se votan a 350, dedicar esos 50 restantes a repartirlos en una circunscripción única nacional. Eso, unido a que si eliminamos el tope mínimo de votos podrían entrar más partidos (quizá minoritarios, pero con una gran carga de votantes, p.ej., EQUO y PACMA) haría que el congreso, más fraccionado, sirviera para lo que tiene que servir: para llegar a acuerdos y no imponer el rodillo de las mayorías absolutas. Al haber de pactar con otros partidos para obtener esa mayoría, los pequeños servirían de freno y cortapisa a ese rodillo que lo único que consigue es que cuando la tortilla se da la vuelta se tengan que modificar innumerables leyes aprobadas exclusivamente con los votos del partido en el poder.

Pero como aumentar el número de diputados a 400 no sería sino una carga más para el sufrido ciudadano (porque ninguno de los diputados sabe cuánto es el salario mínimo), aún hay una propuesta mejor:
La ley electoral dice que "computa como para el total de "votos válidos" los votos de cada candidatura y el voto en blanco, pero no el voto nulo". Es decir, si descontamos la abstención (elevadísima, por cierto, lo cual da una idea del pasotismo del votante, en su mayor parte debido al descrédito de los partidos y del sistema en sí: "total siempre ganan los mismos") y los votos nulos, nos queda que computan como votos válidos los votos a candidatura y los votos en blanco.
El que no vota no tiene derecho a quejarse, dicen, y hasta cierto punto me parece correcto. Sobre el voto nulo no he leído estudios que lo interpreten, con lo cual podemos también descartarlo, pero ¿qué pasa con los votos en blanco?.
Pues pasa, que según la ley electoral (LOREG) son tan válidos como los votos a candidatura, entonces ¿por qué  si del resultado global de las elecciones (con las actuales normas o con ellas ya modificadas) se deriva que a los votos en blanco les corresponden, por ejemplo, 15 escaños, no se dejan sin cubrir?.
Cuando yo ejerzo mi derecho a voto y lo hago en blanco estoy diciendo que no encuentro NINGÚN candidato óptimo para representarme y por tanto no quiero que me represente nadie. En cualquier caso, no quiero que mi voto favorezca a ningún partido, porque de hecho favorece a los de siempre: a los dos grandes y a los nacionalista-independentistas. Y no estoy en absoluto de acuerdo.
En algunas elecciones se ha presentado el Partido en Blanco (o Ciudadanos en Blanco o algo así) - que no tiene nada que ver con el bachiller Pepiño Blanco que llegó a Ministro, como todos sabemos, por sus estudios y conocimientos- y este partido propugnaba que los escaños que correspondieran a los votos en blanco se dejaran vacíos pues esa es la voluntad del votante. 
Así, podríamos encontrarnos con un congreso en el que, pongamos 15 escaños están vacíos. Si para aprobar las propuestas se precisan al menos 176 votos a favor, la mitad más uno de los 350 escaños y también tenemos en cuenta que esos 15 escaños vacíos les habrían correspondido a los dos grandes, es decir, que les habrían sido detraídos del total de escaños que conseguirían con el cómputo actualmente en vigor, igual, digo, igual ninguno de los dos tenía esa mayoría para arrollar en la cámara y habrían de volverse a otros partidos minoritarios con los que llegar a pactos, puntuales o de legislatura. y no es que así se solucionen todos los problemas, pero por algo hay que empezar.

Ahora volveré a releer lo escrito para ver si es inteligible, porque utópico ya sé que lo es. La inteligencia de mis escasos lectores (por cierto, no veo que me dejéis comentarios, ni buenos ni malos y tampoco creo que hayáis hecho el suficiente proselitismo entre vuestras amistades: Animaos porque algún día podemos triunfar) creo que está a un buen nivel como para  haberse percatado de lo que quiero decir: que los votos en blanco obtengan representación en el congreso mediante escaños vacíos. Así, quizá,  no haría falta un partido antipartidos, ni partidos moderadores del bipartidismo (por cierto ¿cual?, ¿UPyD?, ¿Ciudadanos?, pero si no se pueden ni ver entre ellos...).

Lo tenemos crudo amigos, pero yo me he quedado muy a gusto tras este rollo que os he soltado. Gracias por leerme.

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