Mi más fiel seguidora en mi tarea de bloguero me ha comentado que siempre hablo sobre cosas que no me gustan pero nunca de las que me gustan. Bueno, pues puede que sea así, pero lo que trato de hacer con este blog es ser crítico con todas aquellas cosas de la vida en general y de la política y economía en particular que me parecen desatinos (eso por calificarlo con una palabra relativamente suave) y que creo que pueden ser relativamente fáciles de subsanar con un poco de criterio, sentido común, ganas y buena voluntad. Al mismo tiempo se puede establecer, a la contra, lo que me gusta, es decir, si critico a los políticos o banqueros porque nos engañan continuamente (de ahí el título del blog ."¿estamos tontos o qué...?") es porque creo que con la verdad por delante se llega más lejos que con la sarta de mentiras con la que tratan de (y consiguen) dominarnos. En cualquier caso, como ser político y sincero es el mejor ejemplo de oxímoron ( Wikipedia figura lógica que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer concepto. Dado que el sentido literal de oxímoron es opuesto, ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno», "un político sincero", "un banquero honrado"), se fuerza al lector o al interlocutor a comprender su sentido metafórico), comprendemos rápidamente que eso, además de no poder ser, es imposible.
A mí me gustan muchas cosas. Me gusta que los perros no se caguen en la calle. Me gusta que Messi pague sus impuestos. Me gusta que los delincuentes vayan a la cárcel (no me importa su reinserción). Me gusta el cocido. Me gusta mi familia. Me gusta la vida que llevo. Me gusta hacer feliz a los que me rodean. Me gusta facilitar la vida al resto de personas aunque no los conozca. Me gusta, y mucho, mi madre (91 años y es una cachonda como su hijo). Me gusta vivir en paz y que me dejen en paz (vive y deja vivir). Me gustan los niños ajenos (los míos también). Me gustan las corridas y el fútbol (los toros no tanto). Me gusta el circo y la navidad. Me gusta pasear. Me gustaba fumar (creo que aún me gusta, pero ya no lo hago). Me gustan las motos. Me gusta la cerveza. Me gustan muchas mujeres, pero la mía no me deja. Me gusta hasta mi suegra. Me gusta pagar por la luz, por la gasolina, por el teléfono,..., un precio justo. Me gusta la lluvia. Me gusta que todo el mundo pueda tener una vida digna. Me gusta ayudar a las ONGs. En fin, podría seguir durante una corta eternidad ("oxímoron") escribiendo lo que me gusta y seguro que me dejaría algo en el tintero pero, resumiendo, me gusta todo (o casi todo) aquello que le gusta, o debería gustar, a una persona sensata y, sobre todo, me gusta decir las cosas por su nombre cosa que, en la actualidad, puedo permitirme el lujo de hacer.
Por eso, si no me gusta el sistema partitocrático que hay en España es porque me gusta otro sistema en el que el ciudadano tenga una participación mucho más directa y vinculante. Si no me gusta la política bancaria que se hace en este país es porque desde pequeñito sólo he oído hablar de los "beneficios de la banca" y creo que eso está bien, pero nunca he oído hablar de los "beneficios del cliente de la banca". Si critico a todos aquellos que defraudan a hacienda no es porque me guste mucho pagar impuestos pero sí que tengo claro que se tienen que pagar, como también tengo claro a qué no se tienen que dedicar: subvenciones de partidos y sindicatos, a pagar los fracasos económicos de partes de España que no quieren serlo, a mantener a un pico de gorrones (también llamados eurodiputados, diputados autonómicos, congresistas, ...) y a toda la parafernalia (coche con chófer, secretaria, dietas, sitios VIP, ...) de la que se rodean como si su misión fuera fundamental cuando no importa un pimiento si van o no a su puesto de trabajo.
Si critico a los que manejan el poder, a los que nos gobiernan, a los que dicen representarnos, a todos esos soplagaitas que ocupan continuamente las portadas o las páginas centrales de los periódicos es porque son unos irresponsables. Y a mi me gusta la responsabilidad, el trabajo bien hecho, la seriedad, la profesionalidad, es decir, todas aquellas características de las que carecen estos personajillos de opereta barata. Porque sin responsabilidad no hay nada salvo el caos.
A mi me gusta que la justicia entre en casa del BB (antes PP) y de UGT-A, porque creo que es de ley que se investiguen todos esos chanchullos que sólo sirven para financiar a una pandilla de "golfos apandadores" (copyright by Tio Gilito y Donald). Pero al mismo tiempo que me gusta me produce tristeza y me parece lamentable que hayamos tenido que llegar a estas situaciones. Y más lamentable me parece aún, lo que pueda quedarnos por ver (aparte de lo que ya hemos visto aunque haya quedado o vaya a quedar en nada: Banca catalana, Palau, ITV, etc.).
A mi me gusta que Matas vaya a la cárcel y lo he dicho muy claro. A mi me gusta que imputen a Cristi. A mi me gusta que la Munar se haga mechas y manicura en la celda nº 35 de la prisión de Palma. A mi me gusta que los etarras mueran, y no de viejos, pero hasta los hijosdeputa con cáncer "terminal" duran más que las personas decentes (¿verdad Uribetxeberria Bolinaga?). A mi me gusta, incluso, que cataluña se vaya de España, aunque parece que no va a haber manera porque cuando no se inventan el truco de la doble nacionalidad se inventan el de la asociación ibérica (como si ésto fuera un jamón) con el estado español. ¡¿En qué quedamos, pandilla de cretinos?!.
A mi me gusta que quiten las señeras colocadas en los institutos de baleares porque no tienen ninguna razón de ser. A mi me gusta que quien quiera ser educado en castellano pueda serlo. A mí me gusta que el Rey responda a las demandas de paternidad que le presentan. A mí me gusta que me expliquen que hacen Cristi y Elena en sus trabajos. A mí me gusta que los futbolistas cobren el salario mínimo interprofesional y un plus por objetivos y que los clubes paguen sus deudas con hacienda y la seguridad social. A mi me gusta que el humo que vende tanta gente les acabe asfixiando. A mí me gusta ir a playas limpias aunque estén urbanizadas. A mí me gusta viajar y conocer otras cosas.
A mí me gusta la gente sana, con las ideas claras, que pelea por los suyos, que es buen padre o madre para sus hijos y buen hijo-hija para sus padres, que es amigo de sus amigos, que es divertida, generosa, despabilada y honesta.
Por eso me gustas tú María. Va por tí (con el permiso de mi mujer).
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