Antes hacienda éramos todos, o eso decían. Ahora que se ha comprobado que no es así (los Botín, Bárcenas, Cristi, Más, Pujol, los que cobraban (y siguen) en B del PP, los ugetistas, etc.) yo he decidido empezar a desvincularme, dentro de mis limitadas posibilidades, de este organismo.
No quiero facturas con IVA, pienso ennegrecer el máximo dinero que pueda retirándolo de los bancos y todo aquello que pueda "colar" en mis declaraciones de IRPF lo meteré. Sé que es una minucia, pero por algo hay que empezar. Cuando mis lectores hagan que sea famoso y pueda dar conferencias como Tony Blair (a razón de 200.000 euros por media hora, aunque podría bajar un poco mi "caché"), escamotearé el máximo al fisco porque estoy hasta los mismísimos de que siempre paguemos los mismos.
Por si no era suficiente con que los políticos manejaran casi todos los poderes en España (¡ay si Montesquieu levantara la cabeza!) ahora politizan con descaro toda la agencia tributaria, eso después del rotundo fracaso de la amnistía fiscal realizada por el gran Montontoro.
Hace unos meses, la entonces directora de la agencia tributaria (Beatriz Viana) intentaba dar explicaciones del caso Bárcenas y la regularización que éste hizo con ocasión de la amnistía fiscal. Tras explicar nada y mal, porque nadie lo entendió, y pensando ya que el micrófono estaba cerrado, le dijo a la persona que la acompañaba (la jefa de aduanas e impuestos especiales): "No se lo que he dicho. Ahora me van a sacar cualquier barbaridad que haya dicho" .
En efecto, ni tu ni nadie sabía lo que habías dicho, ¡incompetente!. Es lo que tiene ir a la misma escuela de oradores que la exministra Maleni Alvarez, que entre su deje andaluz que dificultaba su comprensión y que no sabía de lo que hablaba, parecía aún mas boba que Aído y Pajín juntas.
Bueno, pues las aguas andan revueltas en hacienda. Ahora han decidido que los peritos los nombra el jefe, quien, como todos suponemos, está puesto a dedo por el gobierno y designará a aquellos que hagan el trabajo como él quiere o como le ordenan desde más arriba. Pongamos dos ejemplos:
Ejemplo 1.- Sobre mi amiga Cristi recaen sospechas de delito fiscal y blanqueo de capitales, aunque Horrach dice que no hay nada. Resulta que de la inspección efectuada en sus tejemanejes entre NOOS y AIZOON, de la cual ella se llevaba crudo un pastón, lo que hace unos meses eran facturas simuladas entre dos empresas que no desarrollaban ningún tipo de actividad y que únicamente se emitían para justificar gastos y defraudar a hacienda, ahora son facturas correctas. Total son unos 70.000 euros del ala que, si las facturas se computaran como falsas harían que Cristi y Urdanga pudieran ser considerados delincuentes fiscales al superar el total de lo defraudado los 120.000 euros en un ejercicio económico (un año). Esto, si lo miramos desde otra perspectiva, quiere decir que aunque ahora se hagan pasar las facturas como buenas, hay una defraudación de 50.000 euros, realizada por la empresa de un exjugador de balonmano y LA HIJA DEL REY DE ESPAÑA (no la del rey de bastos, ni de espadas). Eso es predicar con el ejemplo, ¿o no?.
Y solo hablamos de un año, porque se están investigando al menos cuatro y aunque en ninguno de ellos se llegue al límite de 120.000 euros que convierte la defraudación en delito, a poco que salgan otros 50.000 euros defraudados por año, serían 200.000 euros que, por otra parte, habría que haber blanqueado de alguna manera. Y es que, aunque la fiscalía y hacienda no lo quieran ver, esto es blanco y en botella y lo da la vaca: ¡LECHE!.
Ejemplo 2.- Resulta que a la multinacional cementera CEMEX (mexicana como PEMEX, ¡qué casualidad!) hacienda le impuso una multa de 450 millones de euros por diversas irregularidades fiscales. La empresa recurrió y la inspectora encargada del asunto rechazó el recurso porque, al parecer, no se alegó nada nuevo, es decir, no se expuso ningún argumento novedoso que fuera diferente a los que ya se habían desestimado anteriormente.
Como el gobierno estaba interesado en no perjudicar a la cementera mexicana, más que nada porque esta empresa (que ya se ha zampado alguna cementera española) tiene previsto utilizar España como principal exportadora en Europa y, por tanto, estaba interesado en que el recurso fuera admitido para disminuir o eliminar la multa, la presión ejercida sobre los profesionales de hacienda ha sido tal que han llegado a destituir a la jefa adjunta del departamento encargado de grandes contribuyentes, lo que motivó a su jefe inmediato a presentar su dimisión.
Poco después de que estos dos casos se conocieran (¡y los que no se han conocido...!) ha dimitido el director general de inspección de la agencia tributaria, Luis Jones, al parecer en protesta por la injerencia política (a través de Montontoro) en un organismo que debería ser totalmente independiente y neutral.
A mi me asalta la duda de si este Luis Jones es familia de los famosos Paco y Queco. Sí hombre, debéis haber oído hablar de ellos: Paco Jones y Queco Jones. Creo que su segundo apellido es Losmíos. Debe serlo, porque hoy en día, según está el percal, enfrentarse a la pandilla de políticos de mierda que rigen el país (y a los que están en la oposición) es algo que, a lo mejor, ni Don Quijote se atrevería a hacer. Pero siempre hay alguien con orgullo y decencia que se puede permitir el lujo de hacerlo. La lástima es que tras la marcha de esas personas, mayormente profesionales como la copa de un pino (y si no miradme a mí como ejemplo), todo vuelve a convertirse en la famosa canción de Julio Iglesias: "La vida sigue igual" (unos que vienen otros que se van ...).
Pero hay que hacerlo, hay que levantar la voz y quejarse porque tenemos todo el derecho del mundo de hacerlo. Hay que llamar a las cosas por su nombre, aunque a veces sea malsonante e incluso peligroso. Hay que dar caña, aunque "llueva mucho". Hay que denunciar. Hay que enseñar a los demás qué es lo que hay: humo, mierda, traición, avaricia....Y una vez con conocimientos y con los ojos abiertos, empezar a trabajar por subvertir el estado de cosas actual que nos está llevando a la ruina económica, personal y moral.
He dicho.
VIVA MARX (GROUCHO).
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