martes, 29 de abril de 2014

ESPAÑA BIPOLAR

Ortega y Gasset describió muy bien los problemas de la España de hace un siglo en su ensayo "La España invertebrada", obra que sigue estando plenamente vigente a día de hoy. Aunque quizá en estos tiempos, que han demostrado por activa y por pasiva que la vertebración de España no se podrá llevar nunca a cabo, el título que podría haber escogido es el de "La España bipolar". Una serie de ejemplos nos ayudarán a tener conciencia de que la bipolaridad está permanentemente presente en nuestras vidas como españolitos de a pie.

Bipolaridad en la justicia, pues resulta que al chalado que asaltó la casa de Bárcenas le han caído 22 años de prisión, que no digo yo que no se los merezca, pero es que viene a ser, al cambio, lo que han cumplido alguno de los asesinos de ETA tras ser condenados a más de 300 años.
Más aún, el juez Elpidio Silva a quien, con solo mirarle a los ojos se puede calificar como un desequilibrado, quiere presentarse como un vengador en el caso Blesa, cuando lo que realmente ha hecho, a la vista de las informaciones que he leído, es una prevaricación de libro y la gente, sobre todo los afectados por las estafas de Bankia (preferentes, subordinadas, acciones,...), lo quiere hacer pasar por paladín de la lucha contra la dictadura financiera cuando únicamente es un chalado que busca notoriedad Dios sabe para qué.

Bipolaridad en la política y no solo porque ese sea el reflejo del bipartidismo español, sino porque nadie quiere asumir sus responsabilidades mientras se las exigen a los contrarios. El PSOE calla como una puta en el tema de los EREs y demás historias andaluzas (historias para no dormir) mientras ataca al PP por el tema Bárcenas, entre otros. Justamente al revés de lo que hace el PP, partido que, por otra parte, presenta también una bipolaridad  interna ya que, por ejemplo, en el caso de las prospecciones en busca de petroleo y gas en las aguas mediterráneas entre Baleares y Valencia, a nivel regional protesta y a nivel nacional las aprueba, contando además con los votos a favor de los presuntos representantes en el Congreso de las comunidades afectadas. El PSOE tampoco se libra de esta cuestión pues quien ahora esta intentando encabezar la guerra contra esas prospecciones en el senado español no es otro que Francisco Antich, expresidente de Baleares que, cuando ZP dio los permisos para que se pudieran llevar a cabo esas prospecciones, afirmaba: "las prospecciones no son para tanto y el Gobierno tiene derecho a saber qué hay bajo el subsuelo".
Más bipolaridad en la política española, en la que todo se resume "o conmigo o contra mí". En Tarrasa han abofeteado a Pere Navarro, líder de los socialistas catalanes, se supone que por no estar a favor de la independencia. Algo parecido le ocurrió a primeros de abril al Ministro del interior, el catalán Fernández Díaz, que fue insultado (fascista, hijo de puta y cabrón) y zarandeado por una señora de mediana edad, aparentemente también por no ser independentista o simplemente por ser del PP.
O blanco o negro, y cuando digo blanco no me refiero al inefable Pepiño que llegó a ser Ministro de Fomento con ZP habiendo terminado sólo el bachiller (y habría que ver con qué notas). Y cuando digo negro tampoco me refiero al presente del que disfrutamos y al porvenir que nos espera, sobre todo a nuestros hijos.
Blanco o negro referido a la totalidad de esta nación que, salvo en el breve periodo de la Transición, jamás ha sabido concertar voluntades para construir un estado, una nación y un futuro común y esperanzador para todos sus habitantes.
Angel o demonio, Madrid o Barsa (y el Rayo ¿qué?), rojo o facha, la cuestión es que no haya nada más entre los extremos. La escala de grises no existe en España y menos aún otros colores. O nos pasamos o nos quedamos cortos, nunca sabemos encontrar el término medio. Muchas leyes para ser incumplidas, muchos reglamentos que se pasan por el forro, muchos mesías, muchos iluminados que no se encuentran ante si sino a otros iluminados en posiciones enfrentadas. Iluminados a los que la gente sigue como si fueran los auténticos poseedores de la verdad porque desconocen la llamada Ley Campoamor («En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira») o a lo mejor porque los iluminados la conocen demasiado bien y saben utilizarla a su favor y en detrimento del contrario.
los monárquicos son fachas y los republicanos de izquierdas, otra mentira surgida de la bipolaridad española que no ayuda a comprender que fuera de los estrechos reductos en los que la mayoría de la gente se mueve hay vida y que, en la mayoría de los casos, como decían en Expediente X, "la verdad está ahí afuera".

En cualquier caso, entre decidirse por verdad o mentira en todo lo que nos rodea siempre hay que tirar a creer que todo es mentira. No creo que esto sea marca de pesimismo, sino que si actuamos así podremos llegar a situarnos por encima de muchas cosas que pueden amargarnos la existencia. Además, una de las definiciones de pesimista es que se trata de un optimista bien informado.
Por ejemplo, hace unos días han sacado a la luz 377.000 nuevos ocupados que no aparecían desde hace más de 10 años en las Encuestas de Población Activa (EPA). Resulta que estaban utilizando censos y datos de 2001 y al actualizarlos a 2011 han aparecido todos esos nuevos currantes de los que, por cierto, la tercera parte son funcionarios. De un día para otro, sin haber creado realmente ningún puesto de trabajo hemos incrementado en casi 400.000 personas el numero de los que trabajan. ¡Es acojonante! Y al mismo tiempo, hemos aflorado más de 100.000 nuevos funcionarios que hasta ahora ¿nadie sabía que existían?
Todo es mentira. En Palma hay una pelea en el ayuntamiento porque se trata de aprobar una ordenanza cívica que prohíbe, entre otras cosas, cagar y mear en la calle tanto a las personas como a las mascotas, mayoritariamente perros. Pero eso, ¿no había estado siempre prohibido? Las sanciones, que anteriormente podían llegar hasta los 1.500 euros se han rebajado hasta los 50 euritos. Luego, además, nos venden que durante el año pasado se multaron a la ingente cifra de 83 propietarios de canes que hicieron caca en la calle, lo que según mis cuentas sale a una multa cada cuatro días, cuando yo, en la puerta de mi casa, tengo una mierda de perro, al menos, cada día. Y no es de caniche, ni de chihuahua, que más bien parece que se haya cagado el amo más que el perro. Se jactan de que, en lo que llevamos de año llevan ya ¡¡¡ 18 !!! denuncias, es decir, a algo más de cuatro por mes cuando sería posible ponerlas cada hora. ¿A quién quieren tomar el pelo?
Pues a pesar de todas estas mareantes cifras de denuncias y de dinero, los perros siguen cagando en la calle eso sí, con mucho más miedo, porque las cagadas que veo últimamente las veo muy sueltitas.

Y, por cierto, que los iluminados de IU tambien claman contra el bipolarismo-bipartidismo en su campaña para las europeas del 25 de mayo lo cual no es óbice para que su presupuesto para dichas elecciones ascienda a la módica cifra de 4.000.000 de euros y yo no sé realmente para qué si, visto lo visto, las europeas no interesan a nadie (en las últimas dos elecciones sólo votó el 45% del electorado) salvo a los políticos. Mas les valdría dedicarlo a dar trabajo a los parados.
Claro que si los pobres desharrapados de IU manejan cuatro millones, no me quiero ni imaginar las cifras que puedan manejar los dos partidos grandes...

SALUDOS Y A POR ELLOS. QUE VOTE SU ... MADRE



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