viernes, 2 de mayo de 2014

"AUF WIEDERSEHEN". VA DE FUTBOL

Pronúnciese algo así con "aufidersen" (/aʊ̯f ˈviːdɐˌzeːn̩/) y entiéndase como el francés "au revoir", el inglés "see you again", el italiano "arrivederci" o el español "hasta la vista". Esta palabreja alemana es la que está memorizando desde hace cuatro días el sin par Pep "Nandrolona" Guardiola porque no tiene nada claro que la directiva del Bayern no lo largue ahora que ha acabado la temporada y después del estruendoso ridículo hecho en la semifinal de "champions" contra el Real Madrid, claro que también lo podría solucionar con un simple "adeu" y volver a España a reentrenar al Barsa y a colaborar en la campaña por la independencia de la que se siente paladín.
"See you again" podría ser lo que tuviera que decir el impresentable de Mourinho después del soberano baño de fútbol que le diotambién en semifinales, un equipo relativamente modesto económicamente pero inmenso en cuanto a fútbol, como el Atlético de Madrid.
Está visto que el fútbol, esta temporada, no se ha aliado con "filósofos" ni con "gili specials" y ambos se han llevado su merecido escarmiento, de lo cual me alegro inmensamente, aunque soy consciente de que una final entre los equipos que ambos entrenan o, incluso, entre Mou y su antiguo equipo hubiera despertado más morbo. El problema es que si hubieran pasado Chelsea y Bayern a mí me hubieran fastidiado pues es imposible que se cumpliera mi deseo de que perdieran los dos y si hubiera pasado sólo uno de ellos también me hubiera fastidiado pues, de casualidad, cualquiera de los dos podría haber ganado, así que la final ideal es la que va a tener lugar en Lisboa a finales de este mes y voy a confesaros que mi corazón es rojiblanco, porque el Atleti se merece todo esta temporada.
Yo soy madrileño y de pequeño era, como todos, del Madrid, por cercanía, porque ya llevaba años despuntando en Europa y quizá porque era, decían, el equipo del régimen y no había que ponerse a mal con los que en la década de los 60 mandaban en España. Pero llegó un momento en que decidí pedir por Reyes un traje de fútbol  y claro, decidí que tenía que ser del Madrid. Un amigo me dijo entonces que era una tontería pedir un traje del Real Madrid porque, al fin y al cabo, con unos calzoncillos blancos y una camiseta blanca ya la tenía hecho y sólo había que comprar un escudo y el número, aunque éste se podía pintar a mano. Así que temeroso de que mi madre, muy manitas con las tijeras y el hilo, no se fuera por esos caminos desistí y me puse a mirar en mis álbumes de cromos de futbolistas, que salían con chocolates Valor, para elegir un traje que fuera bonito y difícil de hacer en casa. 
Estuve dudando mucho tiempo entre el traje de la U.D. Las Palmas (camiseta amarilla y pantalón azul) y el del Barcelona. Como Las Palmas, aunque estaba en primera división (también estaban el Pontevedra y el Sabadell) era un equipillo pequeño y, además, yo no sabía por aquel entonces dónde quedaban las Canarias me decidí por el traje del Barsa, muy a mi pesar, porque sólo conocía el nombre de algunos de sus futbolistas por los cromos. Sin embargo, el equipo del Madrid me lo sabía de carrerilla y aún lo recuerdo: Betancor, Calpe, De Felipe, Sanchís, Pirri, Zoco, Amancio, Velázquez, Grosso, Fleitas y Gento, con algunas variaciones en algún partido que otro. Era lo que tenía vivir en Castilla, que por la radio sólo daban los partidos del Madrid y del Atleti, aparte del "carrusel deportivo" que producía el efecto de acoplar a todos los hombres el "transitor" a la oreja cada domingo mientras paseaban con la parienta.
Definitivamente iba a pedir la indumentaria del Barsa porque era diferente y muy difícil de falsificar de manera casera. No creo que mi madre se dedicara a pintar la camiseta con pintura azul y granate.
Creo que mi padre, seguidor del Atleti me insinuó que me decantara por ese equipo, pero eso de que les llamaran "colchoneros" y de que, efectivamente, alguna de las fundas que cubrían los colchones (entonces de lana) en casa eran de ese color me desmotivó del todo.
La cuestión es que, por Reyes (entonces Papá Noel no estaba inventado en España) llegó el traje del Barsa y me convertí en el hazmerrir de todos mis amigos madridistas. Sólo me comprendía un marginado del Atleti, con el que compartía penas porque todo lo ganaba el Madrid, pero yo lucía orgulloso la camiseta porque nadie tenía una igual. Posteriormente me día cuenta de que lo mío era ser portero por lo que deseché el traje (tampoco me cabía ya) aunque alegrándome de no haber descubierto antes esta inclinación porque en ese caso si que me hubiera hecho mi madre el equipo, porque para portero sólo se necesitaban rodilleras, guantes de chichinabo y gorra, que ahora ya no se estila. El pantalón y el jersey podían ser de cualquier color, aunque eran predominantemente negros lo cual tiene su explicación porque la tele, que en casa todavía no existía, era en blanco y negro y para qué se iban a vestir los porteros de verde fosforito, fucsia gay o amarillo limón, si fuera del campo no se lucía...
La cuestión es que, en mi caso, "el hábito sí hizo al monje" y, sin comerlo ni beberlo, me encontré con que era del Barsa y lo he sido muchos años, acérrimo en los tiempos de Cruyff y Neeskens y perdiendo fuelle y entusiasmo con el paso de los años. En el fondo de mi corazón tenía un cierta simpatía por el Atleti, pero ya no por el Madrid. El "martirio" que me hicieron sufrir de pequeño me hizo odiar a los madridistas aunque no al equipo en sí. Quiero decir que nunca he sido de esos que quieren que el equipo rival pierda siempre, sino sólo cuando juega contra mi equipo y, al final de la temporada, que gane el mejor. He de decir que también influyó bastante en hacerme del Barsa el hecho de que todos los "tontos" oficiales del pueblo donde vivía eran del Madrid y yo, ya desde pequeño, aspiraba a otra cosa.
Mi evolución posterior fue muy rara porque cuando descubrí que ser de un equipo grande no tenía ningún mérito y que era más divertido ser de un modesto, me apunté de corazón al equipo de mi barrio, el Rayo Vallecano y ahí sigo, sufriendo mucho aunque un poco menos que los del Mallorca. Y evolucionando raramente, por ejemplo, en baloncesto soy de Estudiantes y del Madrid y, en cambio, tengo atragantado al Barsa. El de fútbol me gustaba hasta que llegó Guardiola (no lo trago) aunque tengo que reconocer que el equipo de hace tres temporadas era una máquina, pero me ha llegado a aburrir. Se disfruta mucho más viendo el fútbol de siempre (pim, pam, pum) que no con el tiki-taka, por eso me parece que el explosivo Real Madrid de esta temporada (no el de Mou) es un merecedor finalista de "champions" y un digno campeón de la Copa, pero yo voy con el Atleti.
El Atleti siempre ha sido modesto en comparación con su rival de Madrid y las "pupas" que le han asolado han sido muchas, baste sólo decir que tuvieron como presidente a Jesús Gil. El Madrid también tuvo lo suyo (Mendoza, Sanz, Calderón) pero han sabido sacudírselos a tiempo antes de que hicieran perecer al club. Pero los del Manzanares siempre han sido como los hermanos pobres de la ciudad, más humildes, con menos chulería, más de barrio, vamos, que es lo que a mí me gusta y por eso voy con ellos.
Con un presupuesto tres veces inferior al de Madrid o Barsa, les esta demostrando que no hay que hacer fichajes por 100 millones -Bale, Neymar- ni tener a los mejores jugadores del mundo -Messi, Cristiano (por cierto que es una lástima que sea tan gilipollas)- sino, como dice Simeone, "tener huevos", hambre de jugar con unos sueldos envidiables pero no estratosféricos, pasión por elfútbol, vamos, que es lo que les ha inculcado el "cholo".
¿Quiénes son Gabi, Koke, Raúl García...? No son, desde luego, Iniesta, Xavi, Alonso ni Modric a nivel salario y reconocimiento internacional, pero esta temporada han sido mucho, muchísimo más, con independencia, incluso, de que el Atleti gane o pierda la Liga y la Champions. No cabe, en este Atleti, hablar de individualidades y de inspiraciones de los jugones para ganar un partido. Todos son geniales y están inspirados, insuflados por el carácter peculiar de su entrenador. Por eso me gustaría que ganara las dos competiciones este año, para demostrar que un grupo de jugadores normalito cohesionado y bien dirigido puede ser superior a dos grupos de presuntos genios, guapos y ricos a los que falta voracidad en sus vidas y profesiones.
Lo más seguro es que la Champions la gane el Madrid, incluso de goleada, pero a mí no me quita nadie que pueda decir con mayúsculas ¡AÚPA ATLETI!.

SALUDOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario