domingo, 18 de mayo de 2014

INQUINA

El DRAE nos dice que inquina significa aversión, mala voluntad. Aversión, a su vez, es definida como rechazo o repugnancia frente a alguien o algo. Inquina es sinónimo de animadversión, tirria, odio, enemistad, rencor, ojeriza, antipatía, rabia, asco. Y con estos datos ya sabemos lo que sentía, según su propia versión, la mujer que mató hace unos días a Isabel Carrasco en León, presidenta del PP y de la Diputación en esa provincia.
Pulse para ver el videoLo que yo pensaba era que la inquina de la asesina, Monserrat González, se acabaría con la muerte de Isabel, pero parece ser que es algo que no tiene fin porque, según ha manifestado la propia presunta autora, "la mataría 30.000 veces".
Eso es fuerte, muy fuerte, pero muchos de los que dicen no comprender la actuación de Monserrat no son más que unos fariseos, hipócritas y mentirosos. No es que yo la defienda, porque lo que ha hecho ella yo no lo haría pero de ahí a no comprender su actuación hay un abismo.
Hay personas que son malas, bien por naturaleza, bien por socialización y hay otras que lo son por ambas cosas y, según me cuentan mis amigos leoneses, Isabel Carrasco lo era por todo. Y, cuando vas por la vida jodiendo, puteando, machacando y pisoteando, tienes que tener siempre muy claro que alguno de los jodidos, puteados, machacados o pisoteados puede no conformarse con lo que le estás haciendo y, llevado por la desesperación, puede tomar resoluciones muy graves, como puede haber ocurrido en este caso. Cuando la desesperanza se adueña de una persona su racionalidad puede verse trastocada y una persona desesperada es lo peor a lo que te puedes enfrentar porque si no tiene visos de recuperar esa esperanza su vida carece de sentido y, por ello, no tiene nada que perder.
Escriben Aquí murió un bicho en el puente donde falleció Isabel CarrascoEn el idioma cervantino tenemos muchos refranes , sentencias y dichos populares que coinciden en lo que ha pasado en León: "de perdidos al río", " a todo cerdo le llega su san Martín", "quien siembra vientos recoge tempestades" ... Isabel Carrasco, al parecer, sembró vientos durante mucho tiempo y la tempestad que ha recogido ha sido de tal intensidad que ha conllevado su muerte. En el puente sobre el río Bernesga donde fue asesinada han aparecido pintadas en su contra, una de las cuales reza, textualmente, "Aquí murió un bicho".
Significativa la pintada y más si la relaciono con lo que mis amigos de la ciudad (preciosa para vivir, visitar y tomar vinos por el Húmedo) me dijeron textualmente: "Era una de las tres personas más odiadas de la provincia de León", "era mala". Y muchísimo más que de los políticos mentirosos y corruptos (de todos los bandos) y que de los periodistas, yo me fío de mis amigos que me dicen que la gente en la calle comenta su muerte sin consternación, como si de repente les hubieran quitado un peso de encima.
Baste esto para que yo quiera exponer aquí que, general y habitualmente, cuando uno muere y más cuando es asesinado, todo son golpes de pecho, lamentos y recuerdos de esa persona en las que no aparece ni la sombra del mal que pudo haber llevado a cabo durante su vida. Los medios de comunicación, cuando tienen intereses en el tema, ayudan desmesuradamente a este fin y despliegan todos sus artimañas para presentar como digno de dios lo que en vida no era ni digno del diablo. Pero el que durante su vida ha sido un hijo de puta seguirá siéndolo siempre a los ojos de los que le conocieron, sufrieron y soportaron, por mucho que luego se trate de borrar y reemplazar todo lo negativo que acumulaba en su trasiego vital.
Por cierto, en relación a los medios de comunicación que presentan a la fallecida como un cargo político elegido democráticamente, quiero puntualizar dos cosas: Isabel Carrasco era presidenta del PP leonés, se supone que elegida por los afiliados de ese partido aunque, según funcionan las cosas en los partidos políticos españoles no me extrañaría que su nombramiento fuera un ejemplo más de dedocracia. También era presidenta de la Diputación, cargo para el que no hay elecciones democráticas, es puro dedazo y como ejemplo ejemplar tenemos al delincuente Carlos Fabra en Castellón. Y hago aquí una digresión para tomar prestado del columnista Eric González lo que son las diputaciones provinciales: " ... son un residuo decimonónico, un reducto caciquil perfectamente prescindible que sobrevive como abrevadero político y como instrumento de poder, no de servicio al ciudadano. Sus funciones podrían ser asumidas por ayuntamientos y comunidades autónomas cuyos gobernantes (sí) son elegidos directamente por los ciudadanos. Su desaparición supondría un ahorro y ningún inconveniente. Pero ahí siguen"
Y volviendo a la bondad o maldad en vida, podemos decir que Hitler era buena gente para Goebbels y su familia, para Eva Braun y para su perro. Stalin fue muy buena gente hasta bastante tiempo después de muerto. Idi Amín, Gadaffi, Bokassa eran buena gente cuando eran amigos de las principales potencias occidentales y una vez muertos fueron despellejados por todos los medios en un intento de desmarcarse de su pasado, que había sido consentido y compartido con Francia, Reino Unido, Estados Unidos, etc.
Cuando interesa al muerto se le hace bueno y cuando no interesa se le hace malo, bueno en realidad no se le hace malo sino que basta con presentarlo tal cual era, incluso cargando un poco las tintas en su maldad.
Malo e hijoputa es Teodoro Obiang y en España se le invita al funeral de un hombre bueno (¿o no tan bueno?) como Adolfo Suárez y, además, luego se le deja dar una conferencia en el Instituto Cervantes de Bruselas a la que, por cierto, no acude prácticamente nadie en representación del gobierno español, en una especie de boicot. Y digo yo, como en el chiste de los vascos, "¿estamos a setas o estamos a Rolex?"(*) ¡Aclarémonos de una vez!.
Yo nunca he sido creyente, pero mi profesión y el paso de los años me ha llevado a tomarme de otra manera las injusticias que a cada minuto ocurren en este mundo. Frases o dichos que me han marcado son : "A enemigo que huye puente de plata", "siéntate en la puerta de tu casa y verás el cadáver de tu vecino pasar" y, sobre todo, una que he repetido hasta la saciedad cuando algún malo no ha podido ser castigado en vida: "ya lo castigará Dios". Y eso a pesar de mi no creencia. La vida acaba poniendo a cada uno en su lugar (otra sentencia cabal) y, si no confiamos en esto, ni confiamos en que haya algo más allá de esta vida que premie a los justos y buenos y castigue a los malos, la desesperanza puede adueñarse de nosotros y acabar matando a alguien que, según nosotros, se lo merece. Yo he tenido ganas de matar, incluso podría decir que esas ganas no acaban nunca de desaparecer. Creo que muchísimos, si no todos, de los más de siete mil millones de seres humanos que pueblan la tierra han tenido en alguna ocasión ganas de matar. ¿Por qué no lo han hecho? Pues seguramente por dos razones principales que se pueden fusionar en una: por miedo a que te pillen y porque por matar a un/a hijo/a de puta puedes arruinar tu vida y debes sopesar si vale la pena, es decir, si estas totalmente desesperanzado o tienes algo por lo que luchar en la vida.
Y lo que digamos de puertas afuera para que nos oigan los demás y piensen que somos unas personas templadas, serias, comedidas, respetuosas, educadas, ecuánimes, sentidas, comprensivas y contrarias a toda violencia, es, en la mayoría de los casos y en todos si el muerto/a pertenece a la clase política, una PUTA MENTIRA.
Y si alguien no ha pensado alguna vez que, tras recordar por ejemplo a Miguel Ángel Blanco o a Ortega Lara, a todos los etarras había que liquidarlos se está engañando a sí mismo y, quizá a algún bien pensado, pero no a mí.

SALUDOS.

(*) Os pongo aquí el chiste de las setas y el rolex para que sepáis de qué va:
Dos vascos están en el bosque buscando setas.
Uno de ellos encuentra un reloj Rolex y, todo alborotado, va a decírselo a su compañero. Este, impasible, le contesta: ─Pero Patxi, ¿estamos a setas o a Rolex?

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