
En vista de la broma perpetrada por la ETA junto a los vividores (600 euros al día, ¡qué envidia!) de la Comisión Internacional de Verificación el Ministerio del interior, en una palpable demostración de su buen humor (del ministerio, no del ministro que parece estreñido) y de su disposición a responder a las significativas acciones de los malos, ha decidido devolver la pelota y acercar a los asesinos etarras presos a Vascongadas. Así, en un intento de continuar la política zapateril-gangsteril, ha contratado varios autobuses donde ha metido a todos los etarras dispersos por las cárceles peninsulares (unos 400) y los ha acercado hasta su lugar de procedencia. Para ello ha llamado a los de la CIV (sin pagarles) y los ha subido a los autobuses que han empezado su recorrido en el penal más alejado (Puerto de Santa María) y han hecho la excursión hasta los diversos pueblos vascos donde han dado una vuelta por la plaza del pueblo para que los demás filoetarras, incluido el PNV, se percataran de la buena voluntad del Gobierno central, devolviéndolos posteriormente a sus prisiones de procedencia, al igual que Pirritx y Porrotx hicieron con las cuatro pistolillas y dos cohetes que enseñaron el otro día.

De esta manera les devuelven la jugada y están en paz pero, item más, han adoptado la resolución de volverlos a encarcelar en sus respectivas prisiones pero en las celdas que estén más al norte,este u oeste (dependiendo de su ubicación en la península) de tal manera que esos nuevos calabozos sean los más próximos a vascongadas. Con este acercamiento toman la iniciativa en el proceso de paz y desarme poniendo la pelota en el tejado de los terroristas y sus putos amigos, que ahora se ven obligados a montar otro espectáculo con verificadores para volverse a poner a la altura o superar al gobierno. Veremos en qué queda la cosa, porque esta jugada tiene toda la pinta de ser difícil de superar.
Y Jordi Évole sigue con sus bromas. Ayer puse la tele (La 2, donde dan documentales) y creí que estaban reponiendo el programa de "Operación Palace". El escenario era el mismo, el congreso, y alguno de los protagonistas también: allí siguen Alfonso Guerra y Rubalcaba y seguro que alguno más. Pero los que trataban de secuestrar esta democracia de mierda que tenemos no eran de la guardia civil sino un señor con gafas, barba blanquecina y acento gallego y otro calvo, también con barba y con acento de cantabria (aunque bien podía ser el de la etiqueta de Anís del Mono), que no paraban de decir gilipolleces, y sobre todo, una frase reiterativa que resonaba en eco, amplificándose, en el interior del hemiciclo: "y tú más", "y tú más", "y tú más" ....
Parecía divertido porque unos se reían y otros se enfadaban alternativamente. Creo que se lo estaban pasando como críos y como tales actuaban. Unos iban disfrazados con camisetas de colores. Otros llevaban carteles con reivindicaciones (aborto libre y gratuito, como quiero yo que sea la educación universitaria en España y los taxis que cojo) y, aunque a veces parecían enfadados entre ellos, luego se saludaban y se descojonaban juntos. Os pondré unas fotos para que lo veáis.







Y en esas estaba cuando llega a casa mi mujer y me dice ¿qué haces viendo el debate del estado de la nación?. Yo quedé sorprendido porque estaba intentando averiguar qué era aquella mezcla de 23-F con el circo de los payasos (ya sabéis: Gabi, Fofó y Miliki & hijos) pues no lo tenía muy claro porque todavía no había oído aquello de ¿como están ustedeeees?. Pensé que habia puesto tarde la tele y ya lo habían dicho, pero tampoco cantaban lo de Susanita y su ratón, ni vamos de paseo, aunque el jolgorio era generalizado. Al final resultó no ser una broma y ser de verdad el debate que me dijo mi mujer, pero viendo lo bien que se lo pasaban todos y el juego que dan podríamos plantearnos varias cosas: una, que compitan como comparsa ("los diputaos forraos y aforaos" podrían llamarse) en los carnavales de Cádiz; dos, que hagan uno de estos espectáculos cada mes para reducir estress y aliviar tensiones; tres, que se dediquen a la broma de manera profesional y dejen los escaños a gente que quiera aportar algo nuevo a la política del país; cuatro, que ofrezcamos el congreso en uno de estos plenos para que los yanquis prueben esas bombas de neutrones que sólo liquidan personas y no dañan a las cosas y así, además, recortaremos las listas del paro ya que por la vía del crecimiento económico no hay manera; cinco, cualquier otra barbaridad que se os ocurra con tal de deshacernos de esta pandilla de mangantes.....

Y entre los diputados de Izquierda Plural, un sujeto con camiseta naranja con el lema "Ninguna persona es ilegal". Y, digo yo, si ninguna persona es ilegal, ¿porque se empeñan en matar de manera libre y gratuita a los pobres fetos que no han hecho (aún) nada malo? ¿es que éstos si son ilegales?. Las personas, en efecto, no son ilegales pero si emigran y entran en países distintos a los suyos sin cumplir los requisitos, es decir, de manera ilegal, ¿cómo se les puede llamar? ¿Invitados?. Porque ahora, con lo políticamente correcto ya no podemos, ni sabemos hablar. Un negro de los de antes, de los de toda la vida, ahora es de color (marrón o negro, por cierto) o es subsahariano, aunque haya nacido en Minnesota, o es un refugiado político por definición porque en su país están muy mal las cosas siendo que en muchísimos países, incluso europeos, están muy mal las cosas: Ucrania y Bielorrusia por ejemplo. En efecto, no hay personas ilegales sino que incumplen la legalidad y por ello han de ser sancionados ¿o no? Porque si dejamos, primero, de impedir que realicen acciones ilegales (entre ellas la inmigración) y, segundo, caso de que las lleguen a realizar, que no sean castigados por ello ¿para qué queremos las leyes y el derecho?. Vale, las modificamos, pero por mucho que lo hagamos siempre habrá personas que protagonicen acciones ilegales y que deben ser castigados por ello, ¡aunque sea sin postre, coño!. Y está muy bien que la guardia civil defienda nuestras fronteras aunque les quiten las pelotas (de goma) porque hay que hacerlo. Pero si sólo les dejan fuegos de artificio parecerá que, como los asesinos etarras excarcelados y recibidos en sus pueblos, estamos festejando que entren saltando vallas y apedreando y apaleando a los gendarmes marroquís y a los guardias españoles. También podemos tirarles confeti y serpentinas y hacer la ola para celebrarlo cada vez que uno salta la valla y mientras esperamos que las fuerzas de seguridad sean sustituidas por amables azafatas pagadas por los partidos izquierdosos y diversas ONGs como la CEAR. Por que si no ¿qué?

Pues, yo vuelvo a insistir, dejar Ceuta y Melilla a los africanos. Creo que voy a empezar una campaña en este sentido pidiendo el derecho a decidir para Ceuta y Melilla a ver si nos juntamos unos cuantos con un poco de sentido común y nos percatamos, de una vez por todas, de que no pintamos nada en África.
Eso sí ¡Gibraltar español! o ¿españa gibraltareña? (quizá nos vaya mejor)
SALUDOS
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