¿ERA BROMA?

Anoche en la emisora de televisión conocida por algunos como "La Secta" hicieron un programa muy bueno. "El follonero", conocido en la actualidad por su verdadero nombre, Jordi Évole, presentó el golpe de estado del 23-F como una película, un docudrama, dirigido por José Luis Garci y protagonizado, voluntariamente, por casi todos los protagonistas, si no todos. Todos excepto Tejero, claro.

Resulta que para enderezar la incipiente democracia española y ganarse el favor de todos los habitantes del país, incluida la parte mas recalcitrantemente anquilosada de las fuerzas armadas, se idea la "Operación Palace", cuyo nombre responde al hotel donde el oscense Durán vive a cuerpo de rey cuando está en Madrid representando a los independentistas catalanes. En ese hotel, frente al parlamento, se idea una película o, mejor dicho, una obra de teatro por cuanto los protagonistas lo son en vivo y en directo y la representación tiene lugar en el interior del congreso de los diputados, el mejor escenario del cachondeo español, mejor incluso que el teatro Falla de Cádiz donde se representan todas las chirigotas del carnaval. Se trataría de hacer creer que se está dando un golpe de estado en España pero teniendo en cuenta que todos los grupos parlamentarios, todos los presidentes de éstos y muchos diputados, al igual que muchos militares, sindicalistas, la CIA y otros personajes están en el ajo (incluido el rey, claro, que es quien junto a Tejero ostenta el papel de actor principal). Para la puesta en escena se barajan los nombres de Flotats propuesto por los catalanes y excluido precisamente por eso; Summers, andaluz, propuesto por el PSOE y excluido también por eso y, finalmente, José Luis Garci que es el designado de dirigir y dar credibilidad a la función.
Todo está atado. El rey, Suarez, Calvo sotelo, Felipe y Guerra, Fraga, Carrillo, Armada, Milans, Sabino, la embajada americana, la CIA,..., todos se ponen de acuerdo para este paripé. El único que no sabe que todo es mentira (¿todo?) es Tejero pues hasta los guardias civiles que le acompañan han sido seleccionados exprofeso como figurantes, aunque tampoco conocían el meollo de la cuestión. Se había hecho ensayos previos, se habían tomado todas las medidas para que la obra, de un solo acto y transmitida en directo, no pudiera fallar. El discurso del rey estaba grabado con anterioridad, lo de los tanques en Valencia eran efectos especiales; los tanques eran reales, sí, pero solo salieron porque el guión lo exigía (lástima que no hubiera exigido que saliera alguna golfa en pelotas por la tribuna del congreso, más que nada por animar). Así con la colaboración de la CIA que sólo pedía, a cambio de no intervenir, que España entrara en la OTAN (como ocurrió a la postre en el gobierno socialista de Felipe) todo se montó, se escenificó y se llevó a cabo con un rotundo éxito. Todos los actores estaban satisfechos del papel jugado porque eran conscientes de que con esa pantomima se había salvado España. Los vascos acojonados, los catalanes también, los militares reconducidos y un lider real (en ambos sentidos) que, tras el gobierno de Suarez, iba a pilotar con posterioridad el resto de la Transición de la mano del camarada Isidoro (Felipe Glez.) y su bufón Guerrasaurus.

Todo salió perfecto. Cada uno colocado en su puesto y el rey como garante supremo de la democracia española. Tejero, en su papel de tonto e ignorante útil, al calabozo junto a Milans, Armada y unos cuántos más para que no se viera mucho el plumero y todos contentos. De hecho, todos los condenados por el golpe fueron instalados en prisiones militares donde vivían mejor que en sus propias casas porque no tenían que aguantar a la mujer y a los niños, eran agasajados constantemente por sus subordinados y al cabo de muy poquito tiempo, por motivos de salud u otros motivos espúreos fueron volviendo a sus hogares donde acabaron jubilándose y muriendo de muy mayores.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. A Garci, como gratificación, le dieron dos años después el Oscar a la mejor película extranjera por un bodrio como "Volver a empezar" y todos contentos.
Durante el programa entrevistaban a políticos de entonces: el comunista Felipe Alcaraz, Verstringe, Alfonso Osorio, el vasco Azcárraga, el andalucista Rojas Marcos, el catalán Bosch y alguno más que se me escapa. Éstos, con sus declaraciones, hacían creíble lo de la película porque parecían decir la verdad cuando narraban el desarrollo de los acontecimientos fílmicos.
 Al final, todo se reveló falso pero como vino a decir Verstringe no todo es falso en lo que se contó. De< hecho,para mí es la versión más creíble que se ha dado del golpe de estado y creo que voy a adoptarla frente a la más manida de que lo montó el propio rey y que después se acojonó, versión que tampoco está tan alejada de la realidad. Realidad que slo podremos conocer (quien viva) en 2033 pues hasta pasados 50 años de los hechos el tribunal supremo no puede desclasificar los documentos judiciales. Si entonces sale algo en claro veremos como el borbón jugó un fundamental papel en el tema.
Por cierto, supongo que sabéis que lo de "Follonero" le viene a Évole por elpapel que desempeñaba en los programas de Buenafuente, donde se sentaba entre el público y solo hacia que montar follón, eso sí, estaba en el guión.

Pues si aún no tengo muy claro que lo de este programa del golpe sea una broma hay otra cosa que sí tengo muy claro que lo es, y muy pesada.
Después de que los verificadores del CIV (mis ídolos) enseñaran los cuatro tirachinas, dos navajas y tres cortauñas de la ETA, fueron llamados a declarar a la Audiencia Nacional para intentar saber quiénes eran los etarras con los que estaban, dónde y cómo se juntaron con ellos, adónde se fueron después y que pasó con las armas, entre otras cosas. Bueno pues resulta que tanta hostia y las armas se las volvieron a llevar los mismos etarras que las habían traído pero, eso sí, diciendo que con esas, concretamente con ese fusil, esa pistola, esos dos revólveres, esos 300 cartuchos, esas granadas y esos explosivos, no volverían a atentar. Hay que ver qué majos son esos hijoputas.  Ya solo les quedan 200 o más pistolas para matar. ¿Es o no es de broma?

Hay un par de payasos vascos, Pirritx y Porrotx, nombres que no se si tienen traducción pero que podrían bien significar cabrón e hijoputa porque son los encargados de amenizar todas las fiestas, bienvenidas y otros actos lúdicos de los etarras y yo me temo que son estos dos los que aparecían con la capucha en la foto de entrega (que no ha sido entrega sino muestra) de las cuatro pistolillas del otro día. El moreno y el gordo-fofo-calvo de la foto son los que cobran 600 por día (¡qué envidia).

SALUDOS

Y próximamente ya toca Cristina