miércoles, 29 de enero de 2014

UNO DE LOS NUESTROS

"El PP no trabaja para evitar un choque de trenes, sino para lo contrario". Esto dice un tal Pelegrí, catalán, consejero de agricultura de la generalidad y secretario general de Unión, el partido de Durán Lérida cuasi fagocitado por Convergencia, partido del Más tonto. Y eso que Unión, dice Durán, no es independentista. Pero aquí, como en las películas, resulta que  aun siendo los malos los que secuestran el tren y lo ponen en marcha y a todo trapo para estrellarse, los que tienen la culpa son los que no han secuestrado el tren por no solucionar el asunto que piden los secuestradores que, por cierto, es MANIFIESTAMENTE ILEGAL.

Y todo esto se lo están creyendo los catalanes. El "síndrome de Estocolmo" (Wikipedia: Reacción psicológica en la cual la víctima de un secuestro, o una persona retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad, y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado) ha calado hondo en una gran parte de la sociedad catalana y ha llegado a convertirlos en una masa descerebrada que brama pidiendo libertad e independencia cuando nunca, en sus más de un millón (o son tres mil millones) de años de historia (ja,ja), han tenido tanta libertad y tanta independencia, por lo menos respecto de la administración central, o como ellos dicen de Madrit.

Sabemos que realmente no quieren la independencia porque si no  no criticarían al gobierno central en su inmovilismo, ya que eso les podría incluso favorecer. Además, solo quieren que Rajoy "llueve mucho" mueva ficha y les ofrezca algo, pero el gallego es de refranero popular y se ha acogido al dicho de "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio". De esta manera, actuando como si los catalanes y sus demandas no existieran estos aún se encabronan más y pueden meter más la pata, aunque ya es difícil.

¿Qué quieren los catalanes? ¿Quieren más dinero? Con toda seguridad que sí, máxime cuando parece ser que ya en noviembre de 2013 habían excedido su déficit anual en más del 25 %. Pero igual hay que explicarles lo que se explica a los niños, que el dinero es el que hay y que en lugar de gastarlo en cosas superfluas (embajadas, subvenciones a los medios de comunicación, super TV, historietas catalanistas y todas esas tonterías) lo que hay que hacer es invertirlo en aquello que puede colaborar a mantener un cierto grado de bienestar y a procurar salir de la crisis: inversiones en infraestructuras, en sanidad, en educación bilingüe (que ya va siendo hora de que cumplan alguna sentencia), en programas de empleo, etc.

Pero aparte de dinero lo que quieren los catalanes, o por lo menos los políticos de CIU que dicen representar a una avasalladora mayoría, es lo que dice Sostres: "Convergència no quiere independizarse, no quiere librar la batalla y ganarla. La doble pregunta que Mas pactó para la consulta es tan absurda porque no existe en Cataluña -materialmente no existe- una mayoría parlamentaria para acordar una pregunta clara y decente como la escocesa. Lo que quiere CiU es que España, tanto sus gobernantes como sus ciudadanos, nos aclamen y nos adoren.(...) Si Cataluña quisiera la independencia ya la tendría, porque ni los catalanes somos tan ineptos para tardar 300 años -según la contabilidad soberanista- en separarnos de España. Lo que pasa es que ni queremos pagar el precio de una violencia tan descomunal -violencia política, violencia física y violencia moral- como la que la secesión sin duda requeriría; ni deseamos en el fondo separarnos, y lo que en verdad queremos es mirarnos en el espejo de España y que nos diga que somos la más guapa. Lo que Mas necesita es que Rajoy le abrace y le susurre al oído las bellas palabras de los amantes".

Y va a ser eso, sólo quieren amor, ser reconocidos como los mejores de los mejores, una raza superior dentro del estado español que, por ello, tienen más derechos y menos deberes que el resto de integrantes de ese estado (salvo los vascos, que no es que sean mejores sino mucho más brutos y por eso mejor no meterse con ellos). Elegidos por dios (o por alá, porque entre moros y paquistaníes se los van a comer) están por encima del bien y del mal, pero hay que recordarles a cada momento que son los mejores, los más trabajadores, los más listos y los más guapos y que por eso los demás les tienen (tenemos) envidia. Además si no se lo recordamos se ponen tristes. Sí, en ambos casos, lo mismo que le pasaba a Cristiano Ronaldo (vaya casualidad, eh?).

Mientras les hacemos esa demostración de cariño, siguen con sus tonterías para que nos fijemos en ellos, para llamar la atención (como los niños o los enamorados presuntamente afrentados). Menos mal que, de vez en cuando alguien les recuerda que las sentencias son para cumplirse no para recurrirlas eternamente, por lo que (según el TSJC y el Supremo) a la que alguien pida educación en castellano, están obligados a proporcionársela sin tener que esperar a la resolución judicial ni recursos posteriores. Bastará la denuncia para que se haya de cumplir.
¿Lo harán? ¡NO!. En mi época eso se solucionaba con una buena hostia o, mas finamente, con un cachete en el colodrillo, pero estando como está el equipo de Mariano "llueve mucho" ¿quién se lo va a dar? si, a la que se descuide y como sigan las fugas en el PP, van a quedar la Alicia, la Cospe y él. ¡Mariano, hijo, que te estás quedando sin partido y sin dinero negro para contratar a más gente!

Al final, todo (a todos los niveles: político, económico, social, futbolístico...) va a ser culpa de la "madriditis" tan acendrada que tienen la mayoría de catalanes y del odio que profesan a ese equipo desde que les birló a Di Stefano hace ya tantos años ....
Lo de Neymar, por supuesto, también, porque ahora resulta que Jorge Casas, el irredento independentista que se querelló contra Rossell, está manejado por Florentino. Tan es así que Bartomeu, el nuevo presidente barcelonista (que se estrena diciendo gilipolleces del calibre de las de sus antecesores) dice que "Allí (en Madrid) hay una Audiencia Nacional, hay un fiscal, gente que no sabemos quienes son, pero que no son de los nuestros".
No se a qué se dedica fuera del fútbol pero su ignorancia es de órdago. Solo le faltaría eso, poder elegir fiscal y juez para salir de rositas del embolado que ha montado Rossell (¿sólo Rossell?) con el fichaje de un veinteañero impresentable, por mucho que sepa dar muy bien patadas aun balón.

Ahora el denunciante, Casas, está acojonado. Dice que sólo buscaba la dimisión de Rosselll y quiere parar la querella una vez conseguido su objetivo, pero las querellas, amigo, si hay indicios de delito, las puede seguir el fiscal a pesar del desistimiento del querellante. Y Casas tiembla porque ha destapado la caja de los truenos. El aprendiz de brujo se ha visto desbordado por los acontecimientos y ahora mismo no sabe si la mafia (perdón, el barcelonismo) le considera todavía "uno de los nuestros". Por si acaso, un consejo: mira siempre a tu espalda.

Me despido con una noticia que, como dicen los italianos, "se non è vero é ben trovato"  (literalmente: "aunque no sea verdad, está bien compuesto (o hallado)" y que se usa para justificar una anécdota verosímil que retrata bien a un personaje o una situación, pero que no es verdadera).
Pues bien, hace unos días detuvieron en un  pueblo de Toledo (tiene cojones) a un español que se dedicaba a la falsificación de euros y dólares con una gran maestría, con enorme interés y capacidad de trabajo. Dicen que sus billetes eran de los mejor conseguidos de los últimos tiempos y que tenía capacidad para la producción de unos 2.500 euros diarios. Parece mucho pero comparado con los alrededor de 60.000 al día que podría ganar Messi, es una miseria. Pero bueno, la noticia es que el detenido, aprovechando las circunstancias que rodean el caso Nóos ha manifestado en su declaración dos cosas muy importantes con el fin de librarse de la imputación y del posterior juicio oral:
Primero: Que está enamorado de su mujer y del dinero y que por eso no podía dejar de hacer billetes chungos (ya conocemos la atenuante/eximente del amor en la infanta).
Segundo: Que los billetes no son falsos sino simulados (lo mismo que las facturas de Aizoon) y que siguiendo la doctrina de la agencia tributaria no se le puede atribuir el delito de falsificación de moneda porque la simulación de moneda no está recogida en el código penal español.

Veremos en qué acaba la cosa y si la justicia es igual para todos o es un adagio falso. Perdón, simulado quería decir.

Saludos

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