domingo, 26 de enero de 2014

A MI AMIGO NICO

A mi amigo Nico le ha dado un infarto, pero se está recuperando bien: un par de catéteres y a seguir dando guerra. Desde aquí le mando ánimos y mis mejores deseos de sanación porque no está el mundo compo para perder a gente enrollada como  él.
Hace unos meses que dejó de fumar y cuando a cierta edad se abandonan hábitos de toda la vida el cuerpo protesta y no quiero decir con esto que el no fumar produzca infartos. Creo más bien que se ha visto afectado por la crisis del Barça. Seguro que todo el asunto Neymar, la dimisión de Rossell, el tema fiscal de Messi, que el Madrid esté tan cerca y que no se vea un gran fútbol esta temporada en el equipo han podido influir en su estado de salud.
Acérrimo seguidor del barça y ávido consumidor de prensa deportiva catalana, pero mallorquin y español hasta las cachas, seguro que tambien le ha influido la posibilidad de que, con la independencia de cataluña, que según Mas está a la vuelta de la esquina, su equipo pueda dejar de participar en la liga española.
En fin, el fútbol tiene esas cosas y no hay que darle mayor importancia.Grandes personajes que destacaron en este viril deporte ya lo dijeron: "Fútbol ser fútbol" (Vujadin Boskov) y "El fútbol es asín" (esto lo han dicho muchos).
Espero verte pronto restablecido en alguna de esas cenas que de vez en cuando nos reúnen. ¡ANIMO NICO!

Y siguiendo con el fútbol en España (se incluye cataluña, como no), no cabe duda de que los clubes, sobre todo los importantes se han convertido, como bien explica Carmen Rigalt, en Reinos de taifas: " Si un presidente del Real Madrid manda más que un ministro, un presidente del Barça manda tanto como un virrey. No se sabe de qué grado de autoridad se sintió investido Rosell. Un grado alto, sin duda, pues hasta se atrevió con Guardiola el intocable, hecho que éste lamentó públicamente. Rosell ha sido uno más en la casta. Uno más que se ha creído impune. A la espera de que las impunidades de los clubes prescriban algún día, seguimos soportando sus privilegios. Sólo eso explica que adeuden millones al Fisco y a la Seguridad Social. Una vergüenza".

Siguiendo con la Rigalt : "los presidentes de clubes de fútbol son una casta que ha dado grandes momentos al periodismo de espectáculo. ¿Quién no recuerda a Gil propinándole un mandoble al ex gerente del Compostela? ¿Y a Laporta quedándose en calzoncillos ante un arco detector de metales? ¿Quién no recuerda a González Caldas con Sofía Mazagatos, la miss del candelabro? ¿Y a Del Nido, condenado por el Supremo, que ha sido capaz de unir a la mayoría de clubes para que pidan su indulto?".

Estos que cita sí que eran pintorescos, y aún faltan más: Lendoiro, de profesión presidente (ahora ex) con un pedazo de sueldo para hacer bajar al Depor temporada sí, temporada no;  Caneda, el del Compostela que sufrió las iras de Gil; Teresa Rivero Rumasa, ex del Rayo que hizo decir a Casaus (el flemático vicepresidente del barça entre 1987 y 2003, el del puro) que el peor rato en un estadio lo pasó en Vallekas con la Rumasa al lado histérica y zarándeándolo cada vez que el Rayo se acercaba a la portería del Barça); Lorenzo Sanz, Ramón Mendoza y Ramón Calderón en el Madrid; Montal, Núñez y Gaspart en el Barça; Lopera en el Betis (otro que confiaba en una santa o en un cristo como el Ministro del interior y que acabó formando un buen cristo en el club); Grande y Cerdá en el Mallorca y otros que se me quedan en el tintero.
Que personajes de esta calaña hayan llegado a presidir, algunos casi vitaliciamente, un club de fútbol da idea del nivel (personal, intelectual, ético,...) que existe en el mundo futbolístico. Si a ello añadimos el nivel de muchos futbolistas, de muchísimos aficionados y de algunas comentaristas deportivas vamos dados. Esto último lo digo por Sara de Casillas que preguntó a Iniesta en un partido en el que nos clasificamos por penaltis (creo que en la última eurocopa) si le hubiera gustado lanzar alguno e Iniesta, con esa carita que pone que dan ganas de comérselo, le dijo que él habia tirado uno y lo había marcado. A pesar de esta y otras cagadas, Sara Carbonero sigue de periodista deportiva y sus allegados no consienten que se le critique porque las criticas lo son (como a Cristiano) sólo por envidia por ser joven, guapa, novia de Iker y de Tele 5, el canal televisivo más intelectual de la TV mundial (ved si no a la Belén Esteban y compañía, que ha vendido más libros de su vida que los tres expresidentes del gobierno españoles juntos).

Pero bueno, me estoy yendo por las ramas. Vamos al fútbol por que también Manuel Hidalgo entra hoy en este terreno con un artículo que no tiene desperdicio y que titula simplemente así, "Fútbol":
"La burbuja futbolística, la otra burbuja, va a explotar también. Ante los tribunales. Ahora, Rosell y Del Nido. Antes, varios otros presidentes de clubes. Y, cabe pronosticar por indicios, dentro de poco va a haber cola de directivos ante los juzgados. Al tiempo. Mucho dinero, demasiado, en juego. Un juego multimillonario que no es el del césped. Es el juego de las finanzas.
El balón. No hablemos de burbuja, no necesitamos la metáfora. Es el balón el que va a explotar como nos explotaba a nosotros cuando éramos pequeños. Nosotros dábamos patadas a los balones -pobres-, y se pinchaban, y se desinflaban, y había que ponerles parches de remiendo, o llevarlos a un taller mecánico para que les metieran aire.
Éstos dan patadas a las leyes en el cuero terso del balón, y todo apunta a que no van a valer ya petachos ni oxígeno de chapistas.
La burbuja inmobiliaria y el balón futbolístico tienen conexión. Se está viendo, se va a ver. Relaciones altamente concupiscentes entre clubes y ayuntamientos y comunidades. El balompié y la política, coyunda fatal. Terrenos cedidos, canjeados, recalificados, construidos, negociados y renegociados. Altas torres, áticos. Pasta.
Mucha tela, mucha tela por cortar. Mucha tela, mucho dinero de mano en mano, con mucho intermediario y beneficiario. La pulcritud de las cuentas y de las intenciones se hace difícil. Dietas, viajes.
Deudas con Hacienda y la Seguridad Social. Fichajes de vértigo con transacciones al extranjero, comisiones y comisionados. Derechos de retransmisión televisiva vendidos -e inflados-, bajo la influencia y la conveniencia de dirigentes políticos. Clubes vinculados a directrices ideológicas que no son las de todos sus socios ni las de todos los habitantes de las ciudades en los que radican. Subvenciones a grupos ultras para animar el cotarro. Préstamos y créditos de la banca. Derechos publicitarios y de imagen. Concesiones, merchandising. Elecciones que necesitan de votos, influencias y campañas. Compra de partidos y de jueces. Tela.
Pobre balón, que todos patean. Que va de aquí para allá, por la hierba y por lo alto, para que millones se fijen en sus hermosos trazados geométricos, en el tiempo y en el espacio, y presten menor atención a otros millones. A los millones que entran y salen de los bolsillos de unos pocos, los que se atreven a congregarse en los palcos. Palcos del poder, se les ha llegado a llamar. ¡Y tanto!".

Carlos Toro, este sí periodista deportivo, tambien habla del tema en su artículo "Los señores presidentes", donde afirma que ya no hay presidentes como los de antes: tíos de una pieza y soldados al sillón. Ahora todo es un gremio cuyo comportamiento el ciudadano, harto ya de muchas cosas, asocia más a un juramento mafioso que a solidaridad corporativista. Ver a Villar, Florentino, Cerezo y Tebas (entre otros muchos) pedir clemencia para un condenado a 7 años de prisión por temas ajenos al fútbol (Del Nido, ex del Sevilla) provoca en la gente la idea de que la corrupción sin careta y el amiguismo sin disfraz se han apoderado del fútbol y del país entero.

Por cierto que el asunto Neymar le va a venir muy bien a Messi ya que los directivos del Barça quieren que sea el mejor pagado del mundo porque lo consideran el mejor futbolista del mundo y ello implica que han de revisar su contrato (revisado ya el pasado año) para que supere a Neymar y Cristiano, lo que supone, al menos, 21 millones de euros al año (que si no me equivoco, son casi 3.500 millones de las antiguas pesetas). Eso quiere decir 57.500 euros al día, o sea, 2.400 euros a la hora, o sea 40 euros minuto, contando incluso los minutos que come, duerme, caga, pasea  y se dedica a defraudar a Hacienda. Si contáramos sólo el tiempo que dedica al fútbol, pongamos unas 50 horas a la semana durante 11 meses, las cifras serían, más o menos, 63.600 euros al día y 9.000 euros a la hora de trabajo, contando entrenamientos y todo eso. Luego quieren que los niños estudien para acabar ganando, con suerte si llegan a encontrar trabajo, en 9 meses lo que Messi en una hora ...
¡PANDILLA DE MANGANTES!

Tu Nico no sufras por esto. Te reitero mis deseos de recuperación y de vernos cualquier día y darnos un homenaje, aunque sea de verduras a la plancha. ¡SALUD!

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