martes, 21 de octubre de 2014

JUSTICIA DIVINA Y JUSTICIA HUMANA

Yo no sé si existe un dios o muchos. En este sentido y entendiendo lo que toda persona normal entiende por dios, lo único que tengo claro es que un dios como el Alá que preconizan los yihadistas no puede existir porque no cumple con los requisitos de divinidad y por las acciones que sus seguidores llevan a cabo sería más un demonio que un dios.
Con respecto a "nuestro dios", el dios de toda la vida, uno y trino, tengo serias dudas al igual que con el resto de dioses, llámense como se llamen. No obstante, hay veces que, parándome a pensar en la cantidad de hijos de puta sueltos que hay en esta vida dedicados a hacer imposible la vida ajena, me planteo que debe haber algo más allá que ponga a cada uno en su sitio, pero no acabo de creerme eso del cielo y el infierno (el purgatorio creo que lo han eliminado).

Esto viene a cuento de que anteayer murió mi amigo Tomeu. Cáncer. 58 años. Buena gente. Muy buena gente. Y me viene a la cabeza las tardes de sábados y los domingos que hemos trabajado juntos, parando de vez en cuando a tomar un cafelito eso sí. Y la mayoría de los cuadros que adornan mi casa, conseguidos por él a precio de amigo. Y me cabreo porque se ha ido en apenas un año, pero sobre todo me cabreo porque el hijoputa del etarra Uribecheberría Bolinaga, más conocido por el segundo apellido, aún está vivo después de más de dos años de haber sido puesto en libertad por padecer un cáncer terminal. Y ello me lleva a ser un descreído respecto a la existencia de un dios y, por supuesto, de la existencia de una justicia divina.


Y se me acaban de revolver las tripas cuando ayer leo un entrevista que han hecho a otro hijoputa etarra, Jose Zabarte, alias "carnicero de Mondragón", que lo dice todo. La primera página de El Mundo aparece con su foto y con los titulares: "Yo no he asesinado a nadie. he ejecutado. No me arrepiento". Pero no es sólo eso, es que la entrevista no tiene desperdicio y por eso os adjunto el link para que podáis leerla entera, aunque os aviso que es muy cabreante.  http://www.elmundo.es/espana/2014/10/20/5444c1f4ca474174168b4570.html

Para los que no queráis haceros mucha mala sangre leyendo la cantidad de burradas que dice, os pondré una serie de ellas a modo de muestra: "No sé el nombre de mis víctimas. Son otras cosas las que no me han dejado dormir". "Si me preguntas ¿lo hacías por hacer daño?, yo te digo que sí". "No puedo estar en Sortu o en Bildu porque rechazan la lucha armada"."Haré autocrítca cuand el otro frente la haga". "Todo eso de los arrepentidos son tonterías". En fin, como vemos muy humano. Y dios sin castigarle ...
Y no solo eso. El amable "carnicero" cumplía condena centenaria por 17 asesinatos, entre ellos dos niños, y fue puesto en libertad sin llegar a los 30 años de cárcel en virtud de la derogación en instancias europeas de la "doctrina Parot". Él y otros paisanos suyos, los que se cruzan con él cada día en su pueblo y lo saludan con simpatía, los que toman "chiquitos" con él en las lúgubres tabernas de asesinos, su familia, una significativa parte del pueblo de Mondragón que festejó su puesta en libertad y una buena parte de los vascos, son los que sobran en este mundo y a los que un dios, cualquier dios, incluso el Alá de los yihadistas debería condenar a sufrir eternamente en el más allá (caso de existir), ya que en esta vida se van a ir practicamente de rositas.
La única esperanza, pues, es que exista ese más allá donde de verdad la justicia divina rija los destinos de todos y cada uno reciba su merecido. ¿es eso posible?

Y mezclando la justicia divina y la humana, no está demás recordar que hace dos días la forense de la Audiencia nacional Carmen Baena, que intervino en el caso Bolinaga advirtiendo de que su situación no era tan terminal como se decía y que podía, perfectamente, ser tratado en prisión mientras cumplía sus muchos años de condena, ha dicho que recibió presiones a consecuencia del informe que realizó en ese sentido. Estas presiones le hicieron pensar que la decisión sobre la libertad del etarra estaba ya tomada de antemano, que no interesaba el dictamen suyo sino que fuera de una determinada manera para poder liberarlo. Tras superar el año de vida fuera de la cárcel, contra todos los pronósticos de los informes en los que se basó su puesta en libertad y tras haber recibido el apoyo de un comité de 12 profesionales del Colegio de médicos de Madrid, diciendo que el informe de la forense era impecable, Carmen Baena afirma que "la Audiencia Nacional es un tribunal influenciado por muchas otras cuestiones que no son sólo la Justicia y por ello, a veces, la esencia de lo que debería ser la Justicia se difumina".
Recordemos que Bolinaga fue uno de los cabrones que tuvieron secuestrado al funcionario de prisiones  Ortega Lara durante más de 500 días y que cuando fue detenido junto a sus otros compinches malhechores no quiso facilitar la situación del "zulo" donde Ortega se hallaba al borde ya de la muerte.
Ahora está en su pueblo. Sin poder salir ya de cañas por él,  pero desde luego mucho más cómodo que en la prisión o que en el asqueroso agujero donde metieron a Ortega Lara durante casi año y medio. De este tipo de "justicia" humana también debe ocuparse dios castigando tanto a Bolinaga como a todos aquellos salteadores y prevaricadores que trabajaron por su puesta en libertad, jueces y fiscales incluídos.

Y entrando ya en la propia justicia humana, baste comparar los dos hechos que voy a referir para que nos percatemos de en qué consiste la misma. Cito textualmente un editorial referido a dos casos relativamente actuales: la muerte de cinco chicas en el Madrid Arena durante un festejo de Halloween hace dos años y un juicio contra 15 detenidos miembros del movimiento 15-M a causa de los disturbios que produjeron durante una manifestación en Madrid:


La Fiscalía pide seis años de cárcel a uno de los encausados por los disturbios ocurridos durante el 15-M por «tirar dos botellas de cristal a dos policías frente a la sede de la Comunidad de Madrid sin llegar a alcanzarlos». En total, 74 años de prisión para los 15 procesados. El fiscal del caso Madrid Arena solicita cuatro años de cárcel para Miguel Ángel Flores, principal acusado en ese proceso, por cinco homicidios por imprudencia grave en los sucesos de la trágica noche de Halloween de 2012 en Madrid. En conjunto, 42 años para todos los procesados. ¿Cómo es posible que lanzar unas botellas pueda tener más pena que una acción imprudente que, con el ánimo de ganar dinero como dice el propio fiscal, cause la muerte de cinco jóvenes? Pues así es. Con decisiones como éstas se entiende el descontento que existe en la sociedad respecto a la administración de Justicia en España. Ni que decir tiene que los actos vandálicos tras una concentración ciudadana -y con más razón si se dirigen contra las Fuerzas de Seguridad- deben ser convenientemente castigados, pero es misión de la Justicia aplicar la pena proporcionalmente al daño causado. El fiscal de los disturbios del 15-M ha pedido unas penas injustificadamente altas, mientras que las que solicita el del caso Madrid Arena son, en principio, demasiado bajas. Serán los jueces quienes tendrán que admitir o rechazar las solicitudes del ministerio público y para que la administración de Justicia no aumente su descrédito, esperemos que rectifiquen a los fiscales.

Voy a finalizar con otro ejemplo de justicia humana, mejor dicho de NO justicia. Mirad lo que dice el Código Penal español, todavía vigente en Cataluña:

CAPÍTULO III

De la desobediencia y denegación de auxilio

Artículo 410
1. Las autoridades o funcionarios públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior dictadas dentro del ámbito de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades legales, incurrirán en la pena de multa de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, no incurrirán en responsabilidad criminal las autoridades o funcionarios por no dar cumplimiento a un mandato que constituya una infracción manifiesta, clara y terminante de un precepto de Ley o de cualquier otra disposición general.

Artículo 411
La autoridad o funcionario público que, habiendo suspendido, por cualquier motivo que no sea el expresado en el apartado segundo del artículo anterior, la ejecución de las órdenes de sus superiores, las desobedeciere después de que aquéllos hubieren desaprobado la suspensión, incurrirá en las penas de multa de doce a veinticuatro meses, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.

Y ahora vamos a ponernos a pensar en todas las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, refrendadas por el Tribunal Supremo e, incluso, por el Constitucional, relativas a la enseñanza del castellano (español, propiamente dicho) en Cataluña y el cumplimiento que se ha dado a las mismas por los políticos de turno, básicamente Pujol, Mas, Rigau y otros fenómenos que mandaron durante los tripartitos, incluyendo a Maragall y al tontolaba de Montilla.
La cuestión es que por mucho que pienso no logro recordar que se haya cumplido ninguna porque los encargados del tema, que son autoridades o funcionarios, se "han negado abiertamente a dar el debido cumplimiento a esas resoluciones judiciales".
Y ¿cuantas autoridades o funcionarios públicos han sido procesados e imputados por el tema? CERO. Pero no sólo eso, es que no hay ni una sola denuncia ni actuación por parte de la Fiscalía (ni la de Cataluña ni la General del estado) en ese sentido, con lo cual podemos coincidir plenamente e incluso ampliar lo antes dicho por Carmen Baena y decir que TODOS los tribunales están influenciados por muchas otras cuestiones que no son sólo la Justicia y por ello, a veces, la esencia de lo que debería ser la Justicia se difumina. Y esas "muchas otras cuestiones" se pueden resumir en dos: poder político y poder financiero.
Y no hace falta que vengan los de Podemos a decírnoslo pues cualquiera con dos dedos de frente lo sabe, el problema es que por dejadez, pasotismo o porque pensamos que no vamos a solucionar nada no luchamos contra ello. Ese es el punto positivo de Podemos, que parecen estar dispuestos a luchar contra esto, entre otras muchas cosas, y que, al final, a lo mejor, sí que pueden.

SALUDOS

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