martes, 4 de noviembre de 2014

GRAN FIESTA EL 31 DE OCTUBRE (y II)

Mostrando 20141101_131945.jpgPues sí, amigos, el pasado viernes festejamos 25 años de casados y los festejamos bien. Con algunas ausencias obligadas de amigos que no pudieron asistir por diversos motivos por lo que podemos decir que, si bien eran todos los que estaban, no estaban todos los que eran, pero es lo que tiene tratar de juntar a más de cuarenta personas, que siempre hay bajas. Unas fueron anunciadas con antelación y otras fueron de última hora y quiero referirme en especial a éstas últimas antes de contaros un poco qué pasó.
Mi amigo Nico no pudo asistir por enfermedad. Está fastidiado pero luchando y por ello quiero, desde aquí, mandarle un gran mensaje de ánimo para que siga persistiendo en esa lucha y haga todo lo posible por no dejarse ganar. Me tomé una copita a su salud aunque no sé si eso puede resultarle perjudicial. Un abrazo fuerte Nico, te queremos.

Quizá alguno hayáis pensado que me podía estar refiriendo al "pequeño Nicolás", pero no. Estuve dando toda la noche vueltas por las mesas de invitados a ver si detectaba su presencia pero parece ser que, después de haber trascendido todas las andanzas de este pícaro, ahora ha optado por el anonimato hasta tanto se calmen las aguas. De todas maneras, vistas las fotos que rulan por ahí con este sujeto en diversos saraos y acontecimientos históricos todo es posible porque en la fiesta estuvo todo lo más granado de mis más altas y consideradas esferas, pero políticos o grandes empresarios no hubo por lo que tampoco esperaba que se dejase ver.

Me encantó que hubiera mucha mujer. De hecho en una mesa hubo seis mujeres con un solo hombre y yo me dije: "a ver si Nicolás no ha venido pero ha mandado a "la Pechotes" (ya sabéis su "amiganovia" o "follamiga", como se dice ahora) y me puse a buscarla. Aunque sea políticamente incorrecto el decirlo, encontré a varias mujeres que le podían dar mil vueltas en cuanto a su sobrenombre, pero su edad, aunque no muy elevada, hacía que quedaran descartadas, además de que las conocía a todas.

Total que éramos 39 personas y no hubo cura para refrendar los votos que hicimos hace tanto tiempo. A mí los curas no me caen bien. Estudié en un colegio de curas, escolapios, y eso marca, casi siempre negativamente, aparte de que, hace unos días, en el funeral de mi amigo Tomeu el cura estuvo divagando durante todo el sermón y ni yo, que presté toda mi atención y no me tengo por tonto, pude adivinar qué coño quería decir. Y como él  hay muchísimos y a mí me da que pensar que si este tipo de personas son los que tienen que ganar fieles para la causa católica van apañados. La edad media de los asistentes a misa supera con creces lo 60 años y, si no fuera por los inmigrantes, el chollo a los católicos les duraría dos generaciones más.
Lo que sí hubo fue alegría. Mucha alegría y buen rollo.Y una comida muy buena. Un buffet muy variado con cocina de la tierra y "forastera" que todos (creo) disfrutaron. Tras la cena hubo tarta y tuvimos que hacer el paripé de cortarla con una katana y eso. Como entraba dentro de los planes no me importó. Luego el "que se besen, que se besen" y yo pensando que a ver si nos pedían alguna otra cosa más pícara porque en habiendo cumplido los 50 pierdes la poca vergüenza que te queda y ya me veía haciendo la escena de "El cartero siempre llama dos veces" en versión moderna, protagonizada por Jack Nicholson y Jessica Lange, en la que hace el amor desaforadamente sobre una mesa llena de harina. Yo estaba dispuesto a hacerlo con la tarta, pero todo quedó en un beso. Estupendo, eso sí.

La tarta, en realidad, eran tres pequeñas, de distintos sabores, mucho más prácticas de manejar y disfrutar. Al verlas ya supe que de ninguna de ellas podría salir una "gogó" espectacular para animarnos la velada. Bueno, dado el tamaño, igual salió de cada una una pitufa gogó, pero si fue así no se dejó ver en toda la noche.

Pero no hizo falta porque, como gran sorpresa, las chicas habían preparado un número musical espectacular. No tiene nada que ver con los espectáculos de vedettes tipo La Maña, Tania o Norma Duval, pero fue tan divertido que hasta mi hijo se unió al baile. La "performance" estaba musicada con la canción "Can't take my eyes out of you", del año 1967 (antes de que naciera mi mujer, mirad si es joven), que ha sido interpretada por numerosos cantantes aunque quizá la más escuchada sea de la de Gloria Gaynor. Fenomenal, fántástico todo, aunque noté un fallo y es que las chicas no iban al ritmo de mi hijo. ¿O quizá era al revés?

Luego bailé con mi señora esposa una canción que, a pesar de mis rarezas, me encanta. "María la portuguesa" interpretada por Carlos Cano.  https://www.youtube.com/watch?v=6-rWTkmEzRw

Y cuando parecía que ya estaba todo hecho, aparece un nuevo grupo: "Sister, Cousins & Friends" que hicieron otro espectáculo musical en base a una canción que no me sonaba de nada. Pero estuvo genial porque ni mi mujer se lo esperaba. Y me voy a permitir un chiste machista: Cuando aparecieron todas en la parte que hacía de escenario pensé: "esto se hunde, está lleno de rajas". Perdonad chicas, pero a mi me hace gracia porque soy un poco burro.
Y cuando acabaron dije. "¿A que ahora salen los chicos a hacer alguna burrada?". Ya sabéis, quitarle las ligas a la esposa, los calzoncillos al marido o tirarnos a los dos a la piscina, o una sesión de "boys"... Pero no, casi todos se encaminaron a la barra a empezar a ponerse ciegos de alcohol en sus diversas presentaciones.

Y siguió la buena música, el baile y el buen rollo. Y lo principal fue que mi mujer, pese a darse una costalada con los zapatos de pantera que llevaba, lo pasó divinamente. Yo creo que incluso mejor que en la boda, porque entonces tenía solo 21 añitos y no sabía la que se le venía encima. Ahora ya tiene espolones, como los gallos viejos y ella montó el sarao, nos embarcó a todos y no se quedó en tierra, como dicen del capitán Araña. Yo colaboré ejerciendo de recepcionista e introductor de invitados y, la verdad, la cosa quedó muy, muy bien y si alguien opina lo contrario que lo diga y le borraremos de la lista para la celebración de las bodas de oro que, casi con toda seguridad, se hará en la "Residencia La Eterna Juventud". Aunque no es descartable que dada mi avanzada edad para esa fecha la fiesta pueda ser amenizada por el grupo Siniestro Total, que cantaba aquello de "y bailaré sobre tu tumba..."

Todo muy bien, sobre todo los regalos, aunque en ese terreno sale ganando mi mujer por goleada. Ya sabéis, cosas como pendientes, pulseras, anillos y tal, yo no puedo usarlos y el vino se lo bebe ella. Menos mal que aparecieron mariscadas, noches de hotel y productos de La Maleta Roja (una empresa de "tuppersex") para alegrarnos la existencia.
Ya me veo dentro de 25 años recibiendo dentaduras postizas los dos, las suyas con detallitos de brillantes y decoraciones varias y las mías solo dientes, como los que enseña la Pantoja cuando la persiguen los papparazzi.

No es ninguna crítica porque, en realidad, yo no quería regalos aunque como insistís tanto pues bienvenidos sean.  El regalo era la presencia de mis (nuestros) hijos, familia, amigos e, incluso, de mis suegros. Que por cierto comieron, bebieron y bailaron con sus nietos. ¡Bravo por ellos!
Esto de no querer regalos me viene de mi juventud, que tenía un amigo que cada fin de semana nos "invitaba" a comer a su casa y él solo ponía la casa. ¡Vaya invitación de los cojones!
Cuando yo invito, invito de verdad y todo (o casi todo) está incluído. Por eso os aviso de que si me invitáis a cenar yo no llevaré nada salvo el hambre que es lo que espero que hagan mis invitados. Mi mujer ya hará lo que quiera.

Lo que menos me gusta de estas fiestas es que, como las organizas tú, tienes que quedarte hasta el final, sea la hora que sea. La ventaja es que cuando eres joven no te importa acabar como los de la foto de al lado pero ahora sólo puedes invitar a gente de edad, con hijos y responsabilidades porque aguantan menos y se van antes.
 Por si acaso alguien ha venido cargado de café, cocacola o redbull para aguantar, conviene irles recordando eso tan manido de : "Bueno, vámonos a la cama que esta gente querrá irse a su casa". Coño, que para eso hay confianza ¿no?

Pues contentos y felices porque todo salió muy bien desde nuestro punto de vista y porque en días posteriores así nos lo han confirmado casi todos los asistentes a los que agradecemos su presencia (y sus regalos también, ea). Yo no sé si mi mujer querrá hacer otra a corto plazo, por ejemplo cuando cumpla los 50, pero si es así habrá que reducir el presupuesto, que tenemos dos hijos en edad universitaria.

Si no, hasta los 50 de casados. Y recordad que podéis ir preparando una "performance" con la letra de "y bailaré sobre tu tumba..."
 Por si acaso.

SALUDOS.

2 comentarios:

  1. Gracias por invitarnos, nos lo pasamos muy bien, y esperamos los 50 de Aina con impaciencia. Yo que vosotros celebraba el año que viene "lo que sea"... y nos aprendemos otro "flass mob" que están tan de moda.

    Por cierto el regalo no era de la maleta roja, lee bien las instrucciones es e Aromas del Paraíso y tiene web. Espero que lo disfruteis, y no, no importa nos lo cuentes... Un abrazo. Ana Blanco

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    1. Lo de pasarlo bien es lo que toca y por eso nos alegramos mucho. Lo de la Maleta roja lo ponía a ver si haciendo publicidad me subvencionan el blog, aparte de que siempre hay que introducir un elemento (o varios) de picardía en estas celebraciones. Haremos como si lo fuera y, si acaso, ya lo contaré en próximas entregas. Besos y gracias a vosotros.

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