"El bueno, el feo, el malo y las chicas del saloon".

No se trata de una película sino de la realidad del País Valenciano.



   

El bueno: Por lo menos hasta que se demuestre lo contrario es Alberto Fabra, que ha heredado un buen marrón en su comunidad y está lidiando contra opositores externos e internos. Me ha encantado su decisión de cerrar la televisión autonómica (que cunda el ejemplo) porque aparte de un pozo sin fondo era (como casi todas) la amplificación de la voz de su amo y su programación era incluso más infumable que la de Tele 5. Si la cara es un fiel reflejo del alma, este señor puede ser muy positivo para la Comunidad Valenciana que se merece algo mejor en política de lo que hasta ahora ha tenido.  








El feo: El expresidente Camps ostenta este título. Una persona que no me inspira ninguna confianza, con esa cara mezcla del Sr. Burns ("Los Simpson") y Doña Urraca (ver tebeos antiguos - no cómics-). Yo, si fuera yanqui, no le compraría un coche usado porque incluso cuando sonríe lo hace de manera maliciosa. Salió airoso del juicio de los trajes: ¿no será porque le hicieron un juicio "a medida"?. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no se ha atrevido con él en el "caso Noos", pero no me extrañaría que tarde o temprano volviera a visitar alguna sede judicial como imputado. Bien podría acompañarle el señor Juan Cotino que tiene por principal mérito para haber llegado a ser Presidente del Parlamento Valenciano su infausta labor como Director General de la Policía.










El malo (pongamos que presunto): El otro Fabra ( Carlos), presidente de la Diputación de Castellón y uno de cuyos mayores éxitos ha sido construir un aeropuerto en el que el único avión que hay no puede volar: es una estatua que costó un pastón. Ha sido recientemente juzgado por uno de los tantos "negocios" que ha hecho desde su cargo. Creo que le pedían 13 años pero el principal acusador (un delincuente condenado por agredir a su esposa) parece que ha cambiado de opinión durante el juicio. Al menos a éste no lo juzga un jurado popular (a Camps sí lo juzgó) que es una de las peores formas de impartir justicia. No me gustaría caer en manos de uno de estos jurados (salvo que fuera Camps). Su hija es la del "que se jodan" en el Congreso refiriéndose a los parados. Tampoco, siguiendo el ejemplo yanqui, le compraría un coche de segunda mano, aunque a lo mejor sí un aeropuerto a estrenar. El hecho de que no se quite las gafas oscuras ni para dormir le hace parecer más malo, pero no es que tenga mala vista pues ha sabido elegir muy bien los décimos de lotería que le han tocado en numerosas ocasiones. ¿será suerte?. A los gitanos traficantes de droga también les toca mucho.


"Las chicas del saloon":
   Pongamos a la encargada del "saloon". Una mujer recia, dura, con fuerza, acostumbrada a bregar con los borrachos que beben, juegan y disparan en el local. No puede ser otra que Rita Barberá. Es amiga del feo y del malo y no se lleva excesivamente bien con el bueno. Igual que como con Camps, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no se ha atrevido con ella en el "caso Noos", pero no me extrañaría que, como vive junto al mar, acabara salpicada por algún asunto indecente. A mí, en el fondo, como ocurre en las películas de verdad, me cae bien. Además,según dicen las malas lenguas, parece que compartimos aficiones (el whisky y las mujeres). 


           La chica más guapa del "saloon", sin lugar a dudas, es Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante: es un pedazo de hembra en todos los sentidos. Pero se ha metido en tantos berenjenales siguiendo los pasos de su antecesor en el cargo que el futuro lo tiene más negro que las gafas de Fabra (Carlos). Ésta vive más cerca del agua que Barberá (Alicante está pegado al mar y Valencia no tanto), por ello las salpicadures serán mas frecuentes y mayores. Pero cada uno ha de apechugar con lo que hace (le regalan coches, vacaciones, ..., igual tendría que, mejor, jugar a la lotería). Los mandamases nacionales del PP no quieren salir en fotos con ella, y eso que es guapa ¿eh?


En esta mala peli-reality, podríamos citar tambien como nefastos representantes de esa tierra a dos personas de ideologias opuestas pero que han dado mucho juego en la política valenciana y en la española. Basta con dar sus nombre pues todos los conocemos a través de los medios:

Con todos ustedes: Leire Pajín (nacida en Donostia, saltó a la fama desde Benidorm)



 Y el inmejorable Edu Zaplana, ofreciendo su mejor perfil, sonrisa y tono de piel (lástima que Javier Arenas no sea valenciano). Por cierto, tambien se catapultó desde Benidorm. ¿Que tendrá esa ciudad, además de turismo y edificios horrorosos?


 Bueno amigos, pues todos estos han llegado a dónde han llegado porque  muchas gente les votó. Como yo soy pesimista (bueno en realidad soy un optimista bien informado) se que en las próximas elecciones volverán a salir estos o sus clones, y si no al tiempo. Esto me lleva a plantearme si realmente ¿estamos tontos o qué?.