sábado, 24 de enero de 2015

NON, JE NE SUIS PAS CHARLIE

Ya me gustaría a mí ser Charlie pero, por desgracia, soy español y eso es equivalente, según la opinión que comparto con Artuto Pérez Reverte, a ser una mierda.
Entre los 17 muertos franceses de hace dos semanas había cuatro judíos y un musulmán. El musulmán, pobre, era ese policía que remataron en el suelo los dos locos islámicos. De origen tunecino, creo, supongo que sería inmigrante de segunda generación, es decir, hijo de inmigrantes, de esos que son más difíciles de integrar que sus padres, pero él lo había conseguido y de una manera ciertamente peculiar y peligrosa para él, porque ser policía no es fácil y menos si eres  hijo de inmigrantes, de otra raza y de otra religión. He pensado mucho en él, como pienso mucho en tantos policías caídos por servir a la sociedad. Desde Madrid, donde estoy ahora, en cada ocasión que entro en el metro me viene a la cabeza el policía que murió arrastrado a la vía por un inmigrante negro, precisamente.
Si en París sólo hubieran muerto judíos (los de la tienda kosher) seguramente no habría habido tanta expectación, ni manifestación, ni repulsa, ni protesta. Por lo pronto la señora Le Pen no hubiera acudido a ninguno de los actos que se hicieron en desagravio a las víctimas. Tampoco habría habido presencia del líder de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) y los países musulmanes que reprobaron los atentados seguramente no lo habrían hecho. Es lo que tiene ser muertos de diferentes clases, religiones en este caso. Pero como los otros doce muertos eran franceses y relativamente conocidos se ha montado una protesta de tres pares de narices aprovechando que la libertad de expresión pasaba por allí, al igual que el Pisuerga pasa por Valladolid.
Una de las cosas que me llama la atención es que todos, absolutamente todos, los franceses se han unido contra el terrorismo. Ningún político de la oposición ha criticado al gobierno ni ha llamado a la revuelta para tildar de asesino a Hollande.
En España, al contrario, tras los 192 muertos y 2.000 heridos del 11-M, lo primero que hicieron los opositores es levantar al "pueblo" contra el gobierno de Aznar. "Pásalo"  decían en sus SMS para que la turba, por no decir la chusma, fueran  a la puerta de la sede del PP a llamar asesino a su presidente, a la sazón, presidente del Gobierno. Todos los izquierdosos se apropiaron de la idea, de tal manera que el "pásalo" es hijo de mil padres que deberían haber actuado de una manera muy distinta. En vez de reaccionar como los franceses se fueron directamente, como los italianos ("piove, porco goberno"),a culpar al gobierno del atentado. No hubo solidaridad, pacto, entendimiento, comunión, sino todo lo contrario. Fue una manera muy barriobajera de ganar unas elecciones que, por cierto, nos condenaron a sufrir el gobierno de un bobochorras como ZP durante casi ocho años.
En España "semos asín", cainitas y rastreros. Quizá por eso a la manifestación de París acudieron innumerables jefes de estado y presidentes de gobierno - hasta Pdro Snchz estuvo- mientras que la que se celebró en Madrid tras el 11-M no acudió ni uno sólo. Solo los embajadores, y no todos, estuvieron presentes en la repulsa a casi 200 muertos. Los 17 muertos franceses parece ser que valían más. Así nos va en todo.
La manifestación de París debería haberse convocado, bajo mi punto de vista, con el objetivo de que el islamismo moderado despertara y empezara su lucha contra esos asesinos que en nombre de su mismo dios y su mismo profeta matan porque sí.
No soy yo solo el que piensa así. El cabeza de cartel de UPyD en Baleares, Juan A. Horrach, va por el mismo camino porque tras defender la no demonización del islamismo en su conjunto, dice: "(...) Bastaba algún cambio legal para no dejar libres a tipos como estos que ya estaban fichados (como los de Atocha, como los del 11-S). Pero claro, si los trincaban entonces, salía esta izquierda desorientada bramando en pro de un garantismo mal entendido. (...) La clave a partir de ahora para controlar la islamofobia es que los musulmanes moderados pasen de las palabras de condena a los hechos incontestables de que dicen de verdad lo que piensan. Quiero decir que gran parte de la solución viene de que sean los propios ciudadanos europeos de religión islámica los que desactiven a los yihadistas, señalándolos y haciéndoles el vacío. Viven entre ellos, los conocen.(...)"
Ese, dice, sería un hecho fundamental porque ya nadie se atrevería a decir, ni a pensar, que todos los musulmanes son iguales, constituyendo un  paso trascendental en favor de la convivencia.
Otro articulista, Santiago González, viene a tratar el  mismo tema en el mismo sentido: "(...) Es una obviedad que no todos los musulmanes simpatizan con estos asesinatos, aunque sí llama la atención que el rechazo no se acerque, ni de lejos, a la unanimidad. A mi me recuerda un poco a la actitud de la sociedad nacionalista respecto al terrorismo etarra: no era partidaria, pero no puede decirse que su condena fuera tajante".
A mí no es que me recuerde un poco una cosa a la otra. Es que creo que son calcadas. De hecho sólo hay que ver la pinta de payasos y gilipollas que tienen Josu Zabarte, "Carnicero de Mondragón", asesino etarra y Nasr Bin Ali Al Anesi, más conocido como el "chiquilicuatre" de Al Qaeda en Yemen.
Fue mosén Arzalluz el que vino a decir que ETA sacudía el árbol y el PNV recogía las nueces. Una estupenda metáfora para describir la política vasca en los últimos 40 años. Sin ETA el PNV no sería nada y eso lo saben tanto los terroristas como los políticos y, también, cualquier vasco con un poco de sentido común (de los que no cortan troncos con la sierra mecánica sin enchufar, vamos). Las actitudes son calcadas. El PNV se beneficia de la existencia de ETA en el sentido de que recoge todo el voto nacionalista no violento (asesino, mas bien) y con su posición entre dos aguas aparece como el único partido al que pueden votar los que se sienten vascos y nacionalistas, porque sólo ellos son capaces de gobernar a un pueblo maltrecho por el dolor y las muertes causadas por los descerebrados etarras.
En el Islam pasa lo mismo. Los actos terroristas de los violentos  hacen que la sociedad occidental se atemorice y, por no ser tachada de antiislamista, haga permanentes concesiones a los musulmanes moderados que habitan en su territorio.
Islamofobia, dicen. ¡Jajaja!. Si los llevamos en palmitas. Que quieren velo, pues llevan velo; que las escolares no quieren hacer gimnasia  porque los colegios son mixtos, pues eximidas de gimnasia; que quieren un sitio donde orar, pues toma mezquita subvencionada; que tienen que operar a su suegra, madre y abuela de cataratas, pues que se vengan a Europa que, además de ser gratis, dan comida a los enfermos en el hospital, Es un constante trágala con tal de que no se enfaden y se conviertan en yihadistas. Y, además, vamos a nacionalizarlos para que se integren.
 ¡Una mierda!. Antes de nacionalizarse tienen que estar integrados, no después, y en España no es así porque yo conozco casos sangrantes de los que ya os he hablado en ocasiones anteriores (marroquí nacionalizado después de 15 años en España, de los cuales ha trabajado menos de dos y que no habla el castellano ni queriendo, que además se ha traído a su parienta y a los hijos que tenía en Marruecos y luego a sus padres y suegros y, por si fueran pocos, ha tenido dos hijos ya en España, viviendo todos de subvenciones y ayudas sociales oficiales y comiendo en ¡Cáritas!, que es una organización totalmente infiel ya que depende de la iglesia católica).
Y con los vascos igual porque en base al terror etarra han conseguido más transferencias, más competencias y muchísimo mas dinero y financiación que ninguna otra autonomía española. Por eso se quejan tan poco los cabritos. Tanto se parecen que EH-Bildu-ETA, a través de su líder Asier Harraiz, lo primero que dijo tras los atentados de Francia es que era incomprensibles, pero había que tener en cuenta que Europa es una cultura imperialista que ha hecho mucho daño. Además, se negaron a firmar un documento de condena elaborado por el parlamento vasco en el que se hacía referencia a la violencia sufrida en Vascongadas en las últimas décadas. Sus razones fueron que la alusión al conflicto político armado en Vascongadas carecía de sentido y estaba de sobra, porque es mezclar dos tipos distintos de violencias.
No Asier, no. No son dos tipos distintos de violencia. Es la misma violencia cometida en ambos casos por unos hijos de puta despreciables y tú eres uno de ellos.
A los de Podemos tampoco les he oído dejarse los cuernos en una solemne condena. Debe ser que como ellos no son casta (¿los etarras lo son?) no están obligados más que a luchar contra ésta y los musulmanes, a lo mejor, pueden ayudarles en esa lucha.


El multiculturalismo está muerto. Lo dice el líder de los euroescépticos británicos, Nigel Farage, y yo le creo. En España hay más de un millón de musulmanes y en Francia se calcula que entre 5-6 millones y están sin integrar y así seguirán para la eternidad. La que nos lió ZP con la imbecilidad de la Alianza de civilizaciones. Yo no quiero aliarme con ellos, pero los tolero y ellos no solo no quieren aliarse con occidente sino que, además, ¡no nos toleran!. Y para muestra un botón: cualquier persona con el cerebro medio amueblado habría esperado que tras los atentados franceses se tomaran represalias por parte de los descerebrados de la otra parte, la occidental. Podrían haberse dado asaltos a mezquitas o, cuando menos, manifestaciones en sus puertas para que los musulmanes moderados entraran en el juego colaborador que he mencionado antes. Pero resulta que, en España por poner un ejemplo, se han prohibido, por razones de orden público, varias concentraciones que se querían hacer ante varias mezquitas, entre ellas la más grande de España (y creo que de Europa) que se halla al costado de la M-30 en Madrid. Tiene cojones, porque por ese motivo no debería celebrarse ni una sola manifestación ni concentración. ¿Hay o no hay en España libertad de expresión?. ¿Se pueden disfrutar de todos los derechos y libertades que establece la Constitución y que tanto llenan la boca a los políticos de turno?. Visto lo visto, la respuesta es simple: NO.
Pero no acaba aquí la cosa, porque en Europa no se ha realizado ni un solo acto contra los musulmanes, ni sus lugares de culto y oración, pero en los países musulmanes, sobre todo los centroafricanos, se han llegado a quemar en estas dos últimas semanas, más de cincuenta iglesias cristianes y se ha atacado impunemente a cualquiera considerado no musulmán. ¿Es el mundo al revés? ¿O es que los musulmanes viven igual que cuando murió Mahoma?. Va a ser esto último.
Hoy leo en la prensa que, en Arabia Saudí, donde hace dos días ha muerto un dictador (Abdulá) y ha sido sustituido por otro (que, además, es su primo, su hermano, su sobrino, o algo ), el país donde azotan y castigan a las mujeres por conducir, también castigan a los blogueros y eso me preocupa porque me afecta que se metan con un colega de profesión. Raef Badawi, bloguero, ha sido condenado a 10 años de prisión, una multa equivalente a unos 236.000 euros y a recibir públicamente 1.000 latigazos ¡por fundar una página web para fomentar el debate en la sociedad saudí!.
Eso sí, los latigazos se los dejan pagar a plazos. Han establecido 20 sesiones de 50 latigazos cada una, la primera de las cuales fue abonada el 9 de enero. La prevista para ayer, 23 de enero, ha sido suspendida por prescripción médica pues el colega se halla ingresado en el hospital desde que le propinaron la primera somanta.
Mientras organizaciones de derechos humanos claman por la suspensión de las penas, el heredero (Salman) ha dicho que :"continuaremos, con la voluntad de dios, manteniendo el curso que este país ha seguido desde su establecimiento...". O sea, que los latigazos se los acaban de dar aunque haya que establecer una prórroga en los plazos o una merma en el número de latigazos por sesión. Vamos, más o menos como con las hipotecas.
Y nuestro rey allá que se ha ido a Arabia a dar el pésame a un déspota criminal por la muerte de otro déspota criminal, los cuales, además, son "hermanos" de nuestro anterior rey y, por tanto, "tíos" del actual. ¡Qué país!¡Y lo que hace el petróleo!
¿Comprendéis entonces porque yo no soy Charlie?. Creo que ningún español con dos dedos de frente puede convertirse o identificarse con Cahrlie y, como digo al principio, no es por falta de ganas porque a pesar de lo mal que nos caen los "gabachos" a los españoles, en situaciones como ésta son dignos de admirar (como los yankis, los ingleses, los alemanes, los australianos,....)
A estas horas de la madrugada ya he oído que los del IS se han cargado al menos a uno de los japoneses que tenían secuestrados. Ya no respetan ni a las religiones orientales estos cabrones.
Por cierto que, a pesar de no ser Charlie, quiero identificarme hoy con otra muerta trágicamente en Argentina hace dos días, el fiscal Alberto Nisman y por ello, como tantos argentinos, aquí y ahora, digo : YO SOY NISMAN. ¡Y que le den por saco a Cristina FK!.
Os dejo un enlace a un artículo de un señor llamado Arturo Cadenas Iturriozbeitia, profesor de Periodismo, porque es de esos artículos que si no lo hubiera escrito él a lo mejor lo escribiría yo:

http://www.elmundo.es/baleares/2015/01/22/54c0bbf0e2704eb8718b456d.html

SALUDOS

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