viernes, 5 de diciembre de 2014

COSAS QUE SE APRENDEN LEYENDO

Hoy quiero hablaros sobre el "efecto cohete-pluma" pero si empiezo con el tema directamente acabaré demasiado pronto así que os haré una pequeña introducción y al final os lo explico. Es una de esas muchas cosas que se aprenden leyendo.
Me gusta mucho leer, en eso he salido a mis padres. Mi padre leía todos los días el periódico mientras se tomaba el té, muy "british" él, aunque no fuera a las cinco y le echara un chorrito de anís Castellana para quitarle el sabor de hierba. Los periódicos que leía ya no existen, más que nada porque eran de la época franquista de los llamados "afectos al régimen", como se decía entonces, pero es que no había otros Cuando vivíamos en pueblos llegaba cada mañana el "Arriba" y, cuando éste decayó, se pasó (nos pasamos) al "Ya". El primero, sólo con el nombre ya impresionaba y lo editaba Falange. El segundo era de Editorial Católica lo cual, en esa época, significaba que también era del régimen. Eso sí, nunca leyó ni compró "El Alcázar" ni "El Caso", a pesar de que este último a mí me gustaba mucho por el morbo que envolvían sus páginas.
 También estaba suscrito a una revista de publicación mensual "Selecciones del Reader's Digest" que, en formato librillo tamaño cuartilla, ofrecía resumidos los mejores reportajes del mes del mundo mundial de aquella época, mucho más reducido y controlable que el de ahora.
Mi madre ha sido siempre más de libros, pero no descarta cualquier tipo de objeto que tenga letras.Cuando se casó con mi padre mi abuela materna le advirtió que no dejara ningún papel comprometedor por el medio porque lo leía todo inclusive la letra pequeña. Hasta hace un par de años se metía buenos libros entre pecho y espalda aunque ahora ya no puede. Sin embargo, cuando la sacas a pasear no deja de leer ningún cartel o rótulo de la calle anuncie lo que anuncie, y las placas con los nombres de las calles, las matrículas de los coches, los anuncios de las bolsas de mano, ...
Yo, como mi madre, leo todo lo que se puede leer. He comprado y he leído las colecciones completas de Astérix, Lucky Luke, Tintín, el Capitán Trueno y el Jabato, aunque mis primeros pinitos en la lectura más o menos seria y pública los realicé con "Mundo Obrero", "El Socialista" y, en otro estilo, con Mafalda y "El Jueves". Algunas de esas colecciones pasaron a mis sobrinos, otras aún las tengo por casa. Mucho "Mortadelo y Filemón", también.
Soy lector empedernido de prensa en papel y de casi todo tipo de libros pero me inclino por autores españoles como Pérez Reverte, Muñoz Molina, Almudena Grandes y Eduardo Mendoza, por citar sólo unos pocos. He leído algunos clásicos españoles y algunos extranjeros. El último fue este verano: "Crimen y castigo", del que dicen que es un crimen no leerlo y un castigo leerlo, pero es diferente, especial, bueno. No puedo con Dan Brown ni con algunos otros estafadores literarios y juro por lo más sagrado que no he leído ninguna obra de Belén Esteban, Jesulín, Pantoja ni hostias de esas, aunque confieso que hojeo el "Pronto" en casa de mi suegra porque siempre se pueden sacar temas para un blog. Porque leyendo se aprenden muchas cosas.

Por ejemplo, llevaba yo varios días preocupado, sin dormir incluso, a causa de la bajada del precio del barril de petroleo "Brent". Este petróleo es uno de los varios tipos que hay (OPEP, West Texas Intermediate,...), concretamente el que se extrae en el mar del Norte, en Europa, y cuyo precio marca la referencia en los mercados europeos. Un barril de este petróleo son 42 galones estadounidenses, unos 159 litros, y su precio se expresa siempre en dolares USA ($).
Me preocupaba (y me preocupa) la bajada de este petróleo por dos motivos. Uno es que países integrados en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) como Venezuela y otros que van por libre, como Rusia, las están pasando canutas con esta bajada de precios. Los ingresos por petróleo cosntituyen el 95% de los ingresos totales de Venezuela y, según parece, los cálculos presupuestarios efectuados por los gurús económicos de ese país para 2014 indicaban que su precio podría rondar los 130/140 $ el barril, sin embargo, la realidad es muy diferente pues en la actualidad esta alrededor de los 70 $. Ello conlleva que al no tener los ingresos presupuestados haya que recortar de donde sea -si es que queda algún sitio de donde aún se pueda recortar- porque, recordemos, desde que los pájaros Chavez y Maduro manejan las riendas de ese país (hábilmente asesorados, eso sí, por los fenómenos de Podemos) no tienen ya ni para pipas. Aún se permite Maduro decir en una de sus últimas alocuciones públicas que ve muchas tripitas entre sus súbditos y que no viene mal que haya un poco de desabastecimiento para que se baje ese buche. ¡Será cabrón...!
Total que el desabastecimiento de papel higiénico ya ha empezado a dejar de ser un problema porque quien no come no caga. Tiendas de ropa (Inditex) radicadas en el país han empezado también racionar sus ventas mediante las pertinentes cartillas: máximos cinco prendas por persona al mes (tres superiores y dos inferiores). Lo bueno, como el el caso del papel higiénico es que si adelgazas por no tener para comer siempre te seguirá sirviendo la ropa aunque tengas que hacerle algún arreglo. Al revés es más complicado.
En Rusia están a lo mismo. Con el petróleo al precio actual están pasándolas muy estrechas ("dire straits" en inglés) porque necesitan una cotización superior a los 100 $ para cuadrar sus cuentas. Eso, junto a las pseudosanciones económicas y financieras impuestas por UE y EEUU como consecuencia de la intervención rusa en Ucrania está haciendo que la población, bajo el absoluto dominio de Putin (el famoso esposo de la Putina), encare un invierno crudo y desbastecido como aquellos que sufrieron en épocas pasadas con Stalin y durante la guerra fría.
Algo parecido está pasando en Irán, Irak y Siria. Y la culpa, por decirlo de alguna manera, la tiene Arabia Saudí, el mayor productor de crudo dentro de la OPEP y del mundo.
Resulta que los saudíes (grandes demócratas y defensores de las libertades, sobre todo de las mujeres, jejeje) podrían ralentizar su extracción de petróleo y, de esa manera, adaptarse a la escasa demanda que, debido en parte a la crisis, está sufriendo el petróleo en los últimos años. Esta escasez de demanda hace que los precios caigan, pero si la oferta se ajustara a la demanda los precios podrían remontar o, cuando menos, estabilizarse. Los países occidentales tienen la demanda estancada al tiempo que cada vez se produce más petróleo mediante "fracking" (en EEUU básicamente) y en el Mar del Norte se sigue con una producción mantenida. Los saudíes no quieren perder parte del pastel y han aumentado su producción para conseguir que los nuevos países emergentes de Asia encuentren combustible barato porque los miles de millones de personas que pueblan esas naciones, así como las empresas que en ellas surgen y se desarrollan, son clientes que interesa fidelizar. Por eso siguen produciendo grandes cantidades y lo ofrecen a India, China, Taiwan y a todo el Sudeste asiático, donde hoy en día se ubican la mayoría de los centros de producción de bienes con destino final a occidente: Europa y EEUU.
Con ello, aunque no hacen más que joder al resto de los integrantes de la OPEP que quieren precios más altos, los saudíes hacen negocio, quedan bien con EEUU y con Asia y además, indirectamente, debilitan al Estado Islámico que se nutre principalmente de vender petróleo de los campos de producción de Irak y Siria que se hallan bajo su dominio y que, según dicen, les reportan más de 1.000.000 $ diarios, aunque algunas fuentes estiman que podrían ser entre 3 y 4 millones.
Pero independientemente de que la situación en Rusia y en Venezuela me quite el sueño, hay otra razón para mis desvelos y no son amoríos. Tiene que ver, por supuesto, con el precio del petróleo pero a escala más pequeña, nacional, de andar por casa.
El máximo precio alcanzado fue de 149 $ en verano de 2088, en plena explosión de la crisis que aún nos sacude. A mediados de 2014 rondaba los 110 $ por barril y en la actualidad está a menos de 70 $ y con una clara tendencia bajista. Ello supone que este año el precio ha bajado cerca de un 40%, pero hete aquí que cuando vas a poner gasolina no lo notas. ¿Por qué?.
Hay una razón que ha operado hasta hace poco y que llamaron "céntimo sanitario". La UE lo declaró ilegal hace unos meses y aún se esta pendiente de que las autoridades españolas que lo impusieron procedan a su devolución, para lo cual habrán de presentarse las pertinentes facturas o recibos, es decir, que es dinero perdido para la mayoría de la gente. Este impuesto revolucionario (el céntimo sanitario) lo impusieron diversas comunidades autónomas españolas, con permiso, claro, del gobierno central, para sanear sus cuentas y, aunque en principio su recaudación iba destinada a sufragar gastos sanitarios (de ahí su nombre) la verdad es que acabó sufragando otras muchas cosas salvo la sanidad, por ejemplo, las embajaditas catalanas en el extranjero. El céntimo no era en realidad tal sino que este era el mínimo y, de hecho, en autonomías como Castilla-León y Baleares el céntimo se transformo en "casi cinco céntimos sanitarios" y en Valencia en "mas de siete céntimos sanitarios", conllevando de esta manera un alza generalizada en el precio de los repostajes. Pero ahora que este latrocinio ya no existe resulta que los datos y los números (que, según dicen no mienten) siguen dejándonos claro que el precio del petróleo antes de los correspondientes impuestos es en España el más alto de la UE.
 El dato que debe preocuparnos y cabrearnos a día de hoy es que la bajada de casi un 40% del precio del petróleo ha repercutido sobre los carburantes de la siguiente manera: la gasolina ha bajado un 8'4 % y el gasóleo un 6'9 %. ¿Y el resto?, os preguntaréis. Pues el resto, según Soria, ministro de este ramo y gemelo de Aznar, se queda en manos de las petroleras. Según las petroleras se queda en manos de las distribuidoras y según las distribuidoras "es que la vida esta muy cara y muy malamente".
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 La cuestión es que, como siempre, acabamos pagando los que tenemos coche y más si vivimos en alguna zona geográfica alejada de las zonas de refino y con difícil acceso a los centros de distribución. Pero no sólo eso, en la isla de Mallorca, con sus escasos 3640 km cuadrados de extensión, donde se supone que una vez puesto en puerto el petróleo la diferencia en transporte a las distintas gasolineras sería escasamente significativo, llenar el depósito en la gasolinera más barata o en la mas cara puede suponer hasta 9 euros de diferencia. Por cierto, la más barata está en la capital, junto a la Jefatura de Tráfico y la más cara en la Colonia de Sant Jordi. (De nada).
Como anteriormente ya os había hablado de temas de estos (buscad, buscad, malditos...) no quiero insistir en los cárteles y prácticas oligopolísticas de las empresas energéticas españolas (carburantes, luz, gas,...) sino que quiero acabar enseñandoos el por qué del título del blog de hoy.

Yo sabía que casi cada acto de los múltiples aspectos de la vida cotidiana tiene un nombre o calificativo que, de manera breve y concisa, explica claramente en qué consiste sin necesidad de más gaitas. Por ejemplo, lo que se conocía como "amigo con derecho a roce" en España, es decir, un amigo /a con el que puedes hablar al tiempo que si lo necesitas puede echar un casquete para relajarte pero sin mayor compromiso, se ha pasado a llamar en España "follamigo/a" y en varios países latino americanos "amigovio/a", palabras escuetas y que dejan ver muy a las claras el carácter de la relación personal: amigo/a y novio/a simultáneamente o amigo/a con el que se puede follar de vez en cuando. La RAE ya ha aceptado la denominación de "amigovio" en su última edición diccionarial y en breve se supone que hará lo mismo con la otra.
Pues eso, que yo no había oído hablar del "efecto cohete-pluma" hasta que leí sobre el tema del que hoy os estoy escribiendo. La Comisión Nacional de la Competencia española ya ha dado varios toques de atención, incluso con sanciones (ridículas, eso sí) a las empresas petroleras por este efecto que consiste, ni más ni menos en que las subidas del precio del barril en los mercados se trasladan al precio de los carburantes con la rapidez y verticalidad con la que asciende un cohete , sin embargo, la bajada se produce a la velocidad de una pluma cuando el petróleo reduce su cotización. De esta manera, al ser la bajada pausada cualquier nuevo incremento que se produzca durante la misma se repercutirá nuevamente con efecto cohete sin que el precio haya llegado a bajar hasta donde debería haberlo hecho. Una burbuja más, una nueva tomadura de pelo, una nueva estafa. Luego se quejan de que avance Podemos ....

Acabo con una magnífica frase, de las que se aprenden leyendo, del teólogo y politólogo yanqui Reinhold NIEBUHR (1892-1971), representante del realismo político, que está de plena actualidad en estos tiempos: "La capacidad del hombre para la justicia hace la democracia posible, pero la inclinación del hombre hacia la injusticia hace la democracia necesaria".

Sólo le faltó añadir, aunque para eso estoy yo, que la democracia ha de ser verdadera y no de juguete, como en España o Italia, y nunca al estilo que refleja la última película que he visto: "Matar al mensajero", basada en hechos reales y que destapa la porquería que esconden en sus alcantarillas los servicios y agencias de seguridad nacional del, dizque, país "más democrático" del mundo en clara consonancia con el aforismo español "Todo por la patria".

¡Ah!, por cierto también he leido que el superdotado defensa del Real Madrid Sergio Ramos ha acabado la ESO a sus 27 años. No dicen si la aprobó por la vía de "diversificación". Para que luego digan que las personas con carrera tienen más oportunidades de encontrar buenos empleos y bien remunerados. ¡Enhorabuena "quillo"!



SALUDOS


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