miércoles, 3 de diciembre de 2014

"BLACK FRIDAY IN LONDON"

Por casualidades de la vida me tocó pasar el "Black friday" en Londres y juro por lo más sagrado que no había visto tanta gente en la calle en mi vida. Recorrer Oxford St., Regent St. y Picadilly sentado en primera línea de la parte superior de uno de esos típicos autobuses rojos daba casi miedo. Las aceras abarrotadas hasta el punto de que ya no cabían mas transeúntes y tenían que bajarse a la calzada, con riesgo grave para su integridad física, en calles de una sola vía en cada sentido recorridas continuamente por decenas de buses mastodónticos, de tal manera que parecía casi imposible que tras el paso de cualquiera de ellos no quedaran atrás los restos de varios peatones aplastados.
No sé si todos compraron aprovechando los fabulosos descuentos de ese día pero sí puedo aseguraros que en las vías públicas citadas y en las adyacentes se congregaban muchas más personas que en cualquiera de la manifestaciones independentistas catalanas de los últimos tres años. Si en cada una de esas manifestaciones (ya sabéis, la del 2012 que fue la primera, la de la cadena que recorrió Cataluña de norte a sur en 2013 y la de la V de 2014) había, según datos de los organizadores entre dos y tres millones de personas yo creo que, utilizando los mismos parámetros de cálculo que ellos, ese día en las principales calles comerciales de Londres habría unos 1.000 millones de personas sin exagerar mucho.
Por la tarde hicimos el mismo recorrido a la inversa pero a pie y volvía a dar miedo moverse entre esa marea humana que, efectivamente, entraba y salía de los centros comerciales como si lo regalaran. Las bocas de metro ("subway mouths" según el inglés de Aznar) estaban colapsadas con colas que llegaban a la calle y gente sin poder salir ni entrar por ellas. Y en las estaciones la gente abarrotada y "minding the gap".Y bolsas, muchas bolsas de todas las marcas, muchas de ellas de los negocios de Amancio Ortega. Ofertas de hasta un 40% de descuento en todos los artículos (lo cual significa que, con el descuento, queda un precio asequible para un español de medio pelo como yo). Por definirlo en dos palabras, como hizo en su día Jesulín de Ubrique, se podría decir que era "Im  presionante".
El "black friday", como su nombre ya nos hace sospechar, tiene su origen en paises sajones, concretamente en EE.UU. desde donde se extendió rápidamente (como los burguers y la cocacola) a todos los países de su entorno lingüistico: Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda,... para dar posteriormente el salto al resto del mundo mundial. Vamos, como el "halloween" pero en plan totalmente capitalista.


He encontrado dos versiones sobre el origen de la denominación de este viernes negro que se celebra en función del Día de Acción de Gracias ("thanksgiving day") en EE.UU., que está establecido el cuarto jueves de noviembre. Es ese día en que familiares y amigos se reúnen en torno a una mesa para comer el típico pavo asado. Este día de acción de gracias también se celebra en Canadá, pero allí lo hacen en octubre, con lo cual es como si no lo celebraran ya que todo en este planeta, desde mediados del siglo XX, está en función de lo que hacen los yanquis. Así que el día siguiente al pavo es el viernes negro, una de cuyas teorías sobre su origen establece que ese es el día en el que los comercios abandonan los números rojos (pérdidas) para entrar en números negros, es decir, empiezan a tener ganancias. De esta teoría hay una versión ligeramente distinta que dice que, a causa de las colosales rebajas de ese día, no hay comercio que no tenga beneficios, es decir, números negros.
 La segunda teoría, menos conocida, es que los tenderos de Filadelfia bautizaron así este día en una exhibición de humor negro porque es la jornada en la que los precios caen tanto como lo hicieron las acciones en el viernes negro de Wall Street en el año del "crack", 1929.

Sea como sea, los comerciantes yanquis se han quejado de que este año las ventas han sido un 11% inferiores a 2013, ello a pesar del aumento de renta disponible entre los ciudadanos. En Londres el viernes negro duraba del 28 al 30, con lo cual se ha convertido en "black weekend" y si tuvieran puente sería un "black bridge", según el traductor inglés-Aznar. En España también está pegando fuerte y si no que se lo pregunten a los de El Corte Inglés y demás insignias de moda. También ha durado varios días e, incluso, el lunes se celebra el "cyber monday", para compras a través de la web. los espabilados herederos de Isidoro Álvarez lo han bautizado como "fever monday" con tal de seguir vendiendo.
Resultado de imagen de judias con butifarraY digo yo que tiene narices que importemos tantas cosas de los países sajones y no sepamos apreciar todo lo que de bueno tenemos en España, por ejemplo en Cataluña. No me extraña que los pobres catalanes se sientan menospreciados, ofendidos e incomprendidos por el resto del país. Deberíamos, pues, plantearnos introducir en nuestra tosca y adusta cultura castellana cosas más importantes que "halloween", el "black friday" o historias de esas y dedicarnos a deleitarnos con algo tan trascendente como la Diada, la sardana, las judías con butifarra, la Mercè... Incluso podríamos echarles una mano entre todos a ver si acaban de una puñetera vez la Sagrada familia. No la de Pujol, que esa creo que tiene los días contados, sino el edificio ese que llevan más de 100 años sin saber como finiquitar y que, aun así, constituye uno de los principales emblemas de la ciudad. Viene a ser como el Coliseo romano pero en otro sentido.
Pero, volviendo al asunto, Londres me encanta. Señorial, repleta de parques, con innumerables monumentos emblemáticos (todos ellos acabados hace ya tiempo), llena de vida en las calles, en los jardines, en el metro, llena de banderas inglesas (la "unión jack", le llaman, y menos mal que los escoceses no han votado independizarse porque si no la tendrían que cambiar y eso sería un gran dispendio y una pérdida de ingresos enorme), banderas que sus ciudadanos lucen con orgullo en todos sitios, como por ejemplo, en las chanclas con las que se pasean en invierno pese al frío y la lluvia (y pensar que en verano llevan sandalias con calcetines....). Porque eso sí, son un poco raros, singulares, según la terminología hispana para referirse a Cataluña. Para un encontrar un inglés con pedigrí tienes que hacer como Diógenes, alias el Cínico, que se paseaba con una linterna por Atenas intentando encontrar un hombre justo.
Hindúes, morenos muy morenos (o sea "blacks), chinos, moros, libaneses, parsis, muchos rumanos mendigando, españoles por un tubo, argentinos y latinos en general, muchos burkas y, de vez en cuando, una persona rubia, alta, con ojos azules y con cara de pardillo. He ahí al inglés típico, no busquéis al del bombín y el paraguas, porque ya no existe. De hecho nunca ha existido, es una venta de imagen que  nos han hecho los británicos para hacernos creer que son lo que no son. Tampoco los españoles somos toreros o bailaores de flamenco, pero la vida es así. Es tal la mezcla de razas y culturas que no mentiría mucho si digo que se oye hablar más en otros idiomas que en inglés o que, en cualquier caso, en un inglés decente y no como el que hablamos los forasteros
Resultado de imagen de city londresGran ciudad Londres, capital del Reino Unido y centro de los "financial bussines" europeos a pesar de su animadversión hacia todo lo continental. Impresionan la City y Canary Wharf. tanto como impresionan Portobello, Westminster, el Parlamento, la Torre y su puente o Buckhingham. Pero lo que más me ha impresionado siempre de los ingleses (aunque los holandeses no les van muy a la zaga) es que han sido, son y serán los mayores piratas y saqueadores de la historia mundial y ello les ha valido, entre otras cosas, para tener un museo arqueológico que, quizá, sea el mejor del mundo. Lo llaman British Museum pero es mentira porque en todo él no debe haber mas de tres o cuatro piezas de origen británico. El mogollón de ellas han recalado en su interior por mor de las colonizaciones, ocupaciones, guerras, incautaciones, latrocinios, estafas y, en suma, artes corsarias, que los ingleses han desarrollado durante toda su vida. Ahí esta la piedra Rosetta, más momias de las que tienen incluso en Egipto, el friso del Partenon, las puertas de figuras aladas de Asiria y Babilonia, ... Eso por citar solo unas de las pocas que en él se pueden observar.
 La National Gallery, por otra parte, es una pinacoteca de juguete si la comparas con el Prado, por ejemplo, pero hay que verla porque tiene cosas interesantes, casi todas de fuera porque los ingleses no han desarrollado, salvo en el siglo XVIII y XIX, grandes maestros de la pintura (Constable, Turner, Gainsborough ...). Hasta cuadros de Velázquez tiene, seguramente robados. lo bueno de todo es que la visita a los museos es gratuita y, aunque tienen unas huchas por todos sitios para que la gente deposite la voluntad, vi poca voluntad en mis días de visita.



Ciudad entretenida. Espectáculos de todo tipo: cines, teatros, musicales, conciertos, deporte, básicamente fútbol (hasta ocho equipos de Londres juegan en la Premier), aunque también tienen el tenis de Wimbledon donde las normas son tan estrictas que si te tiras un pedo sonoro te echan a perpetuidad. Bueno, también tienen carreras de caballos, cricket y otros deportes raros que para el español carecen de interés.

Vale la pena visitarla aunque solo sea una vez en la vida. Yo he ido 5 ó 6 veces y no dejo de sorprenderme. Pero le pasa lo mismo que a Barcelona, le sobran los autóctonos. Ambas ciudades y, por ende, los territorios en los que se asientan serían mucho mas acogedores para el visitante de fuera sin británicos o catalanes. Hasta en eso se parecen, con la diferencia de que para los británicos los raros somos el resto de europeos continentales porque conducimos por la derecha, utilizamos el euro en lugar de la libra, no tomamos el té de las cinco y nos importa un pito la reina. Así, desde su punto de vista, nosotros somos los singulares, vamos, como los catalanes para algunos políticos españoles.

Me despido con especiales recuerdos a mi hija, sobrino, sobrina (mexicana) y sobrino-nieto, londinense de nacimiento, que disfrutan de sus estudios y trabajo en esa ciudad, la Londinium romana.

SALUDOS

1 comentario:

  1. Tens tota la raó. Només importam beneitures. A ningú se li ocorr copiar coses intel.ligents: cultura, arquitectura, parcs plens d'arbres, sistemes educatius que funcuionen, etc?

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