A LA ESPERA

Pues aquí estoy (estamos) a la espera de cambiar de rey, que eso no pasa todos los días. Y mientras el relevo se produce la vida sigue y pasan cosas, unas relacionadas con la propia sucesión y otras no, como el picante de los pimientos de Padrón.
Por ejemplo, el mismo día de la abdicación se conoció la noticia de que un magistrado del Constitucional había sido "pillado" la madrugada del domingo conduciendo su moto sin casco, tras saltarse un semáforo en rojo y "mamado" ya que las pruebas que le hicieron cuadruplicaron los mínimos de alcohol permitidos. Al parecer venía de una despedida de soltero de un miembro del Consejo general del Poder Judicial lo que implica que si la policía madrileña hubiera estado avisada de dónde se celebraba dicha fiesta podrían haber desmantelado una gran parte de la cabeza de la judicatura española.
El juez borracho, Enrique López, conocido más por sus asuntos amorosos y líos de faldas y por cierto aire a lo George Clooney que por sus virtudes judiciales, tras pensárselo un rato, ha dimitido. Y eso que, al parecer, algunos compañeros le decían que no hacía falta que dimitiera porque sólo se trataba de un delito contra la seguridad del tráfico y que, además, la moto que conducía era suya y no era robada. El que fuera ebrio, sin casco y saltándose semáforos es normal cuando se viene de fiesta, incluso en un presuntamente respetable juez, así que para qué iba a dimitir. No obstante el ha tomado esa decisión porque, además, durante las pruebas de alcoholemia que le practicaron estuvo intentando engañar a los agentes ya que hubieron de realizar siete pruebas porque no colobaroraba soplando como debía. Ello puede deberse a que iba tan mamado que no sabía soplar o a que no quería soplar como toca para dejar pasar el tiempo y que la cogorza se le fuera pasando. Como suponemos que tiene suficiente conocimiento y listeza (no en vano es juez) hemos de suponer que lo haría adrede pues si hasta un pobre diablo sabe soplar, ¿como no va a saber hacerlo un juez del constitucional?.

Esta noticia, muy grave, ha quedado oculta por el tema principal del año, la abdicación. Tampoco se ha dicho nada de por qué en el momento de anunciar su renuncia ningún miembro de la familia real estaba con el Rey. Los Urdangarines exiliados en Suiza hasta que vuelvan a España a la cárcel. Elena de viaje profesional en Sudamérica haciendo sus bobadas en nombre del Fundación Mapfre, para la que dice trabajar. La Reina en Estados unidos, brujuleando por la ONU y así. El Príncipe, desaparecido. Total que no me extraña que Juancar haya dicho que se aburre estando tan sólo y que se le ha ocurrido dejar el puesto para el que le nombró Franco. Es lo que tiene el poder, la soledad, aunque él bien se ha apañado para superar esa soledad con ciertas amistades.
La reina, por cierto, ha dicho desde EEUU que todo irá bien, pero por si se torcían las cosas como a sus familiares en Grecia ella estaba fuera. También ha dicho, con respecto a su nuera e inminente sucesora en el trono: "Letizia es muy competente y la quiero mucho", lo cual viene a querer decir que pasa mucho del tema y que su nuera es una listilla a la que no puede ni ver. Pero es lo que tiene casar a un hijo con plebeyas desfloradas...
Otro López sale a escena en relación a la familia real que, por cierto, va a quedar bastante reducida. Es Antonio López, magnífico pintor hiperrealista nacido hace casi ochenta años en Tomelloso y al que hace casi ¡20 años! la Casa real le encargó un cuadro de la real familia ¡y todavía no lo ha acabado!. Como buen artista dice que una obra se sabe cuándo se empieza pero nunca cuándo se puede dar por acabada. Para este retrato, enorme, tiene como base una foto que, digo yo, que habrá renovado ya varias veces porque no puede ser que cuando lo acabe todos tengan, al menos, 20 años menos en la pintura. Y por cierto, que ya puede ir despabilando porque cualquier día se nos muere Juancar y lo tiene que tachar de la pintura o retratarlo cadáver y dentro del ataúd. También podría ser que muriera el propio pintor y que el cuadro quedara tal cual está, prácticamente finiquitado. Lo que parece que sí ha hecho el pintor ha sido cobrar el encargo y supongo que bien, con lo cual, dada su falta de seriedad y su avanzada edad dudo que le vuelvan a encargar el retrato de los nuevos reyes e hijas. Si quieren acercarse al pueblo siempre pueden encargarlo a los caricaturistas que pululan por el centro de Madrid. Incluso podrían hacerse uno con el estanque del Retiro al fondo ya que Felipe es contraalmirante o algo así de la marina española.
Y parece que vamos a tener que esperar hasta del 18 de junio para tener nuevo Rey. Yo estaba más por la labor de que prolongaran el tema y lo hicieran el 18 de julio, así podríamos volver a festejar esa fecha en que Franco se alzó contra la república y después instauró la paga extra de verano, que es lo que al final todos le agradecemos.
Además, está el problema del mundial de fútbol, que se disputará entre el 12 de junio y 13 de julio y que puede hacer coincidir un  partido de la Roja con las fechas de tramitación de las leyes oportunas o de la coronación, con lo cual más de un diputado, en principio sometido a la disciplina de partido a favor del traspaso, puede cagarse en la madre de alguien y votar a la contra, sobre todo si hay que discutir aspectos esenciales de una ley orgánica exprés (calificada por muchos sabios de "chapuza") que legitime el traspaso de poderes.
Por cierto que acabo de consultar el calendario de partidos y España juega en junio los días 13, ¡18! y 23 por lo que se habrá de estar al loro de los horarios en Brasil y en España no sea cosa que nos perdamos el partido contra Chile.
A mi me gustaría que cada partido político o coalición dejara a sus miembros votar en conciencia porque  aunque está claro que los nacionalistas/independentistas moderados (PNV y CiU) tienen que abstenerse si quieren seguir siéndolo (mal que le pese a Rajoy) y que los izquierdosos van a votar en contra, en las filas del PSOE podrían darse sorpresas e, incluso, no es descartable que también las hubiera en el PP.
Otra jodienda de la que estamos a la espera es de si van a cambiar de inmediato las monedas españolas porque eso supondrá un pastón. Antes, con Franco y en la primera época del Borbón, también había que cambiar los sellos de correos y otras cosas, pero ahora que nadie escribe cartas ya no importa tanto. Luego están los retratos de los despachos oficiales, en los que habrá que poner la foto del nuevo rey retirando la de Juancar, que tiene tantos años que en alguna de ellas, con traje de marinero, parece que estaba haciendo la primera comunión. Eso también vale un pastizal. Seguro que algunos ayuntamientos rojeras aprovechan y cambian los nombres de algunas calles relacionadas con el rey viejo, el rey nuevo y su familia. O el nombre de algún auditorio o polideportivo, porque ya no tiene sentido que se denomine Principe Felipe. También habrá que cambiar el nombre de los  premios para pasar a llamarlos Princesa de Asturias, dado que ahora ese título estará encarnado en Leonor (9 añitos, la pobre). Pero si por un polvo mal echado la Leti se queda preñada y tiene un niño, habría que volver a cambiar el nombre del premio o el artículo de la constitución que prima, en la sucesión real, al hombre sobre la mujer. Yo me inclino porque cambien lo que sea más barato, que no estamos para muchos gastos. Luego está lo de convidar a los actos oficiales a un montón de carcamales de todas partes del mundo, que eso también nos costará un huevo, y algún otro gasto extra más que se me habrá pasado pero que finalmente acabaremos pagando todos los españoles, incluso los republicanos.
Quizá fuera más sencillo hacer un referéndum chavista bolivariano en el que triunfara como presidente de la república Pablo Iglesias, de Podemos, porque con éste sólo habría que invitar a Maduro, los hermanos Castro, algún otro indigenista izquierdoso de Sudamétrica y quizá a algún chino y coreano del norte.
 Normalmente los políticos de estos países son más frugales y comedidos en los gastos y saldría mucho más económico. Tampoco habría que gastar en trajes militares de gala, en coronas o en otros trapitos, con un coletero guapo para el presidente Iglesias ya iríamos bien, y para beber calimocho. El resto del dinero podría ir destinado a subvenciones indiscriminadas o para comprar gasolina para quemar contenedores al estilo Gamonal (Burgos) o Can Víes (Barcelona).
Mientras esas cosas pasan y llegan, yo me voy a sentar a la terraza de casa que hoy hace un buen día y hay que aprovecharlo. Así que ahí estoy, a la espera.

SALUDOS.