jueves, 19 de febrero de 2015

LA TALLA 38 ME OPRIME EL CHOCHO

Resultado de imagen de la talla 38 me oprime el chochoEl título es el contenido de una pintada que he visto repetida en varias calles del centro de la ciudad donde vivo y que se repite en muchos otros centros de diversas ciudades.  La frase se puede versionar con "aprieta" en lugar de oprime  pero a mí la del título es la que más me gusta porque el sentido del verbo oprimir, aparte de presión o apretura, implica sometimiento, vejación humillación,..., en este caso por parte de una moda creada básicamente por hombres, pero con la complicidad o intensa colaboración de muchas mujeres.
Hay campañas en internet con este lema donde se pide, básicamente, denunciar el tallaje e incluso a las tiendas donde, cuando entran personas rellenitas, incluso sólo macizas, les dicen directamente que no tienen nada para ellas.
Resultado de imagen de mujeres diabolo campana o cilindroEn 2008, el Ministerio de sanidad y Consumo decidió hacer un estudio mediante la toma de medidas a más de 10.000 mujeres españolas de entre 12 y 70 años utilizando aparatos supersofisticados (láser, eco, etc.) con el fin de obtener datos de cual sería la talla "normal" de las mujeres españolas y, a partir de ahí, unificar todo el tallaje con el fin de que las que habitualmente llevaban de la talla 42-44 en adelante, no se sintieran fuera de lugar en base a sus presuntos kilos de más. Más de un millón de euros se gastaron en los estudios y en la publicidad de lo que estaban haciendo y, al final ¡ná de ná!. La única conclusión seria que se sacó fue que a las mujeres españolas se les podría clasificar, en función de su morfología corporal en: diábolo, campana o cilindro y que ni las tallas numéricas actuales de ropa femenina, definidas en 1972, ni las tallas por letras (S-M-L ...), introducidas por la mercadotecnia anglosajona más recientemente, se ajustan al perfil típico de las españolas de hoy día.
Podéis ver un artículo periodístico sobre el tema en el siguiente link:
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-07-02-2008/abc/Sociedad/la-mujer-espa%C3%B1ola-es-diabolo-campana-o-cilindro_1641622321045.html
Después de ese despilfarro pretendieron hacer lo mismo con los hombres pero no sé si llegaron a iniciarlo y, si lo empezaron, si llegaron a completarlo. En cualquier caso no hace falta gastarse ese pastón para sacar la conclusión que sacaron, es decir, que el tallaje en España (y en el resto del mundo) es una mierda .
Resultado de imagen de zapatosPero no sólo en ropa porque en cuestión de zapatos, que los anglos miden en pulgadas, existe el mismo desfase. Yo tengo en mi reducido armario zapatero (¡qué asco me da escribir este nombre!) desde el 39 al 43 y teóricamente sólo debería tener 41 y 42.
Cuando, sin comerlo ni beberlo, nos hicieron europeos por la gracia de dios, avisaron de que los números españoles deberían aumentar en uno  para unificar criterios en los países de la Unión. Yo gastaba un 40 (en algunos casos un 41) con lo que, con el aumento, deberían sentarme como un guante los nuevos números 41 y 42, pero resulta que tengo unas deportivas con tallaje anglo que son un 9'5, es decir, un 43 y unos zapatos italianos tipo mocasín que son un 39 y que si tiro una patada con ellos se me salen. Los vendedores se escudan en la horma de cada fabricante, pero eso podría afectar al ancho, nunca al largo de las piezas.
Resultado de imagen de ropaCon las camisas, jerseys y pantalones, igual. Antes ibas a comprarte una camisa y te medían el cuello y ya estaba. No te dejaban ni probártela. Ahora dudo entre la L y XL y, en versión española, la 4,5 ó 6.  En las camisas y pantalones la cosa aún se complica más en función del "fit" (adecuación o ajuste, en inglés) pues los encuentras "tailored", "straight", "custom", "slim", ..., en fín, otro lío. Tengo un jersey de buena marca de la talla 7 que me está clavado y llevo algunas camisas y camisetas de la talla M. En pantalones es donde menos oscilo, 42-44, pero aun así también he tenido alguna excepción.
Resultado de imagen de pulgadasY digo yo que 44 lo que sea en Italia debería ser igual a 44 lo que sea en Francia, Portugal, Alemania, España,... Y que las pulgadas ("inches" en inglés) deberían ser iguales en todos sitios, pero resulta que es una medida que equivale a la falange distal del pulgar (la de la uña) y, por tanto, varía en función de las manos que se elijan para medir: en España la pulgada castellana mide 23'22 mm. mientras que la sajona equivale a 25'40 mm., de lo que la única conclusión que sacamos es que los anglosajones son más manazas que los castellanos. Pero, dado que las medidas en pulgadas suelen utilizarse solo en tallajes foráneos de prendas fabricadas o comercializadas en USA, UK o países de sus entornos, podían ponerse de acuerdo y coger un dedo de, por ejemplo, Isabel II o su presunto sucesor, el Orejas, y establecerlo como valor de referencia para todo el mundo mundial.
Resultado de imagen de haiga
Volviendo al tallaje femenino, que es el que me interesa quiero deciros que a mí me gustan las mujeres "haiga". Esta palabra, que se usa en España para referirse a automóviles muy grandes y ostentosos (RAE), surgió en la posguerra civil y se extendió hacia mitad del pasado siglo. Deriva de la ignorancia de los nuevos ricos que surgieron a la sombra del estraperlo y de la torería en esos años que, siendo iletrados como eran, cuando acudían a comprarse un coche nuevo con el fruto de sus ganancias siempre solicitaban "el más grande que haiga". En la actualidad es una palabra en desuso que las nuevas generaciones desconocen.
Resultado de imagen de las tres graciasPues yo soy de esos pero en tema femenino. Me gusta que "haiga": buenos pechos, un buen culo y recias piernas. Sin pasarse, claro. Recuerdo mi éxtasis de pequeño (14-15 años), cuando estudiaba historia del arte, contemplando el cuadro "Las tres Gracias" de Rubens  o la "Venus del espejo" en su varias versiones o "Danae y la lluvia de oro" (que no lluvia dorada, guarros) de Tiziano.
Resultado de imagen de venus del espejo tizianoCuadros en los que las mujeres eran mujeres de verdad, quizá un poco excesivas, pero cumpliendo los cánones de belleza femenina que siempre han predominado desde la "Venus de Willendorf".
Resultado de imagen de venus de willendorfMujeres ubérrimas (abundantes en medidas y, por ende, epítome de la fertilidad y no las anoréxicas de ahora que son un saco de huesos, guapas, eso sí, perosin ningún interés carnal para mí. Ya lo decía Quevedo, que los sarnosos debrían hacer el amor con mujeres esqueléticas porque así, además del goce sexual, tendrían el goce de rascarse con sus huesos mientras refocilaban con ellas.
Resultado de imagen de adelleEn la actualidad existe una "gordofobia" que convierte en un drama llevar más talla de la 40 y eso nos lleva a temas muy trágicos como la anorexia y la bulimia que padecen gran cantidad de chicas jóvenes en todo el mundo. Por eso me encanta el movimiento "weloversize" que va tomando forma en todo el mundo occidental (en el Islam o el hinduismo no puedo afirmarlo por sus características vestimentas, pero parece ser que tambien gustan las recias) y que proclama que "la talla es lo de menos y la autoestina lo de más". Incluso han surgido nuevos términos para hablar de las mujeres que usan una talla 44 o mayor: en los países anglos se las llama "curvies" (de curvas, claro) y en los hispanos "gordibuenas" y, como ejemplo, os pondría a una mujer que me encanta tanto en su faceta de cantante  como de persona: Adelle. Claro que igual podía ser Rocío Jurado o alguna más de aquí (la Pantoja no, a menos que se afeite bien).

Resultado de imagen de TARA LYNNY para todas estas "gordibuenas" hay una modelo de referencia. Tara Lynn, que, con su talla 48, está intentando, mediante desfiles y pasarelas que triunfe la moda destinada a mujeres "normales" y macizas que siempre están postergadas por la dictadura de unas directrices de la moda que marcan, en la mayoría de los casos, modistos masculinos.

Resultado de imagen de anuncio doveYa hubo un intento de la marca "Dove" de representar a la sociedad femenina tal cual es en sus anuncios de champús, cremas y demás. para ello eligieron a gente normal, es decir, pasadas de talla según los cánones de la actual moda, que, al fin y al cabo no era más que gente de la calle: tu mujer, la mía, la vecina esa que tanto te gusta,... El experimento no cuajó porque el machismo está profundamente enraizado en nuestra sociedad global y vende más una chica joven y delgada que una maciza (salvo que sea Jennifer López o similar) y siempre independientemente de lo que se venda.
Resultado de imagen de nochevieja cristina pedrocheY ese machismo no es culpa exclusiva de los hombres, ni mucho menos. Son las propias mujeres, no todas, es cierto, las que lo fomentan. O si no ¿a qué viene el vestido de Cristina Pedroche en las campanadas de fin de año en La Sexta, de gasa, transparente y enseñando las bragas? ¿O los vestidos ajustados y enseñando carne de las demás chicas de esa noche mientras ellos iban bien abrigados con sus smokings y sus capas?
Resultado de imagen de macizas de forgesMacizas y buenorras como las que dibuja Forges deberían siempre prevalecer sobre esqueléticas y mal alimentadas niñas que someten sus cuerpos a un continuo castigo para estar y seguir en el candelero de la moda.
Resultado de imagen de especialidad en tallas grandes
En Madrid, no se si aún existe, había una corsetería en La Latina especializada en tallas grandes donde cuando yo era joven (16/17 años) me paraba siempre a contemplar los sujetadores donde cabían (incluso sobraba espacio) las magníficas sandías que cultiva mi suegro, mientras añoraba la escena de los pechos de la estanquera en la película "Amarcord" de Fellini. ¡Qué tiempos aquellos!
Resultado de imagen de estanquera amarcordY termino con una anécdota verídica: hace muchos años, pues yo aún no era padre, hacíamos una "tournée"en barco por la isla de Mallorca con una pareja de amigos. Creo que mi esposa estaba recién embarazada y, por tanto, empezaba a estar lustrosa. Su amiga era de la misma encarnadura y con nuestro barquito (bueno, el barquito era del marido de la amiga) navegábamos de cala en cala mientras nos pasaban a toda mecha o nos cruzábamos con yates de tres pares de narices en los que musculosos y morenos señores iban acompañados de señoritas tan espectaculares de lejos como escurridas de carne de cerca y nuestro capitán, marinero y grumete (las dos chicas y yo no teníamos ni idea del mundo marino) siempre les decía al cruzarnos: ¡Nos ganaréis de barco, pero no de tetas!. Y que bien nos lo pasamos. Hasta pescamos y todo.
Pues eso, que ya lo dejo no sin antes hacer una proclama en defensa de las tallas 44 en adelante: ¡VIVA LA CARNE!.

SALUDOS

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