MONTORO, EMBUSTERO, DEVUÉLVEME MI DINERO

En este país, España para muchos, pasan cosas muy difíciles, si no imposibles, de entender. Por ejemplo que cuando suben los impuestos cobres menos y cuando bajan cobres aún menos que cuando los subieron.
A Marianico el corto y Montontoro se les llenó la boca de saliva anunciando que, tras superar lo más agudo de la crisis, había opción de bajar los impuestos a los españoles y lo iban a hacer. Pero han vuelto a mentir (¡qué raro!) y lo que parecía saliva no era sino esa espuma que les sale a los perros rabiosos que sólo buscan morder a cuántos se les ponen por delante. A mi mujer y a mí nos han vuelto a morder, porque con la anunciada, cacareada y vitoreada bajada de impuestos, yo cobro 2 euros menos que el año pasado y mi mujer 97 euros menos. En total, 99 euros al mes, casi 1.200 al año, es decir, dos terceras partes de lo que pagamos por la matrícula universitaria de nuestro hijo mayor o, aproximadamente, lo que pago por los seguros del coche y la moto.
Esta mentira se une a otra, disfrazada de acto de generosidad del titular de hacienda con la aprobación del gallego pichatriste que dirige nuestros destinos al frente del Gobierno. Dijeron que, como España empezaba a ir bien, iban a devolver una parte de la paga extra que a los funcionarios nos "requisaron por la cara" en 2012 y lo presentaron como que nacía de la voluntad de la administración, cuando en realidad no es (como ya expliqué en su día) sino ponerse la venda antes de la herida porque los tribunales estaban  dictando sentencias condenatorias contra el Estado por la retroactividad del decreto (algo imposible en un Estado de derecho, salvo que la nueva norma sea más favorable) en el que se establecía la supresión de la "extra". Los días trabajados hasta que se aprobó el decreto, no podían verse afectados por éste y varios fallos (aciertos en este caso) judiciales habían establecido que los 44 días que se habían trabajado hasta que se aprobó el decreto estaban fuera de esa supresión y debían ser abonados. Esos días constituyen, aproximadamente, un 25% del total de la extra y esa cantidad es la que han anunciado a bombo y platillo que devolverían este año. A la fuerza ahorcan, dice el refrán, así que viéndolas venir mal dadas han decidido vendernos como algo voluntario y generoso por su parte lo que vendrían obligados a hacer en base a las sentencias que se estaban produciendo. ¡Qué cabrones!
Por cierto que, estando en el mes de marzo, yo ya he cobrado mi parte pero mi querida esposa aún está a dos velas.
Lo del IRPF es acojonante. Y hay que recurrir al viejo chiste ese de "Virgencita, virgencita, que me quede como estoy" porque visto lo visto tanto nos perjudican las subidas como las bajadas. A ver si inventan una tarifa plana de impuestos que como en las empresas de telefonía móvil te permitan saber lo que cobras durante todo el año y lo que pagas en impuestos.
Claro que las tarifas planas también tienen trampa. Por ejemplo, bombardeado por varias empresas eléctricas para apuntarse a este tipo de pago me puse a estudiarlas someramente y llegué a las siguientes conclusiones: la tarifa plana eléctrica te permite pagar cada mes (o cada dos meses, que con tanta historia de cambios ya no sé cuando se paga) un importe fijo pero, al final de año, si tu consumo es mayor de lo que has pagado te pasan un recibo extra con el importe de lo que te has excedido, con lo cual no hacen sino dilatar el pago porque, al final, pagas lo mismo. Por otra parte, no aclaran cómo se procede a la devolución en caso de que tu consumo haya sido menor al que has pagado, pero supongo que, como siempre, deberás presentar, aparte del DNI, un acta notarial, certificado de nacimiento y de vida, certificado médico, fotografía detallada de todos los aparatos eléctricos del hogar, hoja censal para saber cuántas personas viven en el domicilio, fotos y copias de DNI de todos ellos, certificado de antecedentes penales y otro del presidente de la comunidad como que estás al corriente del pago de la misma. Todo esto es broma, pero la vida burocrática en España (de la que podemos hablar otro día),  en las relaciones con la administración o con cualquier empresa que comercialice productos de primera necesidad (incluso de segunda) es así.

Yo hice mis cuentas y no me salía a cuenta, valga la redundancia, lo de la tarifa plana eléctrica, como seguramente no me sale a cuenta el mismo tema con respecto al gas, al teléfono y a los seguros del hogar y automóviles, por citar varios ejemplos, pero vuelvo a lo de antes, que me quede como estoy y, sobre todo, que no me toquen más los huevos los de ONO, Vodafone, Telefónica, Iderdrola y compañía llamando constantemente a mi casa por teléfono y, casi siempre, fastidiándome la siesta.
Con lo que cobramos de menos este año en casa, seguro que teníamos para pagar una buena parte de nuestra factura energética anual, así que tendremos que recortar de algún otro sitio. Eso o encomendarnos a algún iluminado que nos arregle el tema de los impuestos, porque con el tema de los sueldos no hay manera.Cuatro años de congelación salarial y de aumento generalizado de impuestos sin visos de que lo perdido se pueda recuperar algún día.
Como leyendo se aprende mucho, el otro día me enteré de algunos sueldos de los capitostes del sector energético en España. A pesar del llamamiento del ministro de economía, Luis de Guindos, a la moderación salarial de los altos ejecutivos, máxime en un  sector regulado como éste, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, cobró 9 millones en 2014; el de Repsol, Antonio Brufau, 3'8 millones tras un sustancial recorte y el ex consejero de Endesa, el italiano Andrea Brentan (es italiano porque al gobierno español le salió de los cojones vender la mayoría de esta empresa a la italiana Enel, controlada por el gobierno de Renzi) cobró 11 millones de indemnización, es decir, por marcharse. ¿Mucho? Pues si lo comparamos con los casi 10 millones que se llevó el señor Entrecanales (uno de familia muy, muy pobre) en 2009, no parece tanto.
Y claro, la gente lee esto y piensa en Podemos, en la minicasta. Mini porque aún no ha llegado al poder, que cuando lleguen nos podemos ir preparando. Estos sueldos e indemnizaciones tan sumamente indecentes constituyen el mejor caldo de cultivo  para que Podemos se infle y se convierta en una vía (utópica, todo hay que decirlo) para que estas cosas, y tantas otras, se vayan acabando.
Ayer hicieron una película francesa en la autonómica IB3 titulada "El capital" y dirigida por el famoso Costa-Gavras. Con el nombre del libro más leído, estudiado y comentado del insigne Karl Marx (no Groucho) expone con crudeza y realidad el mundo de las finanzas actual a través del personaje de un presidente de un banco francés con alianzas con fondos buitre norteamericanos. La frase final de este film (me viene a la cabeza el chiste del gitano: "ahora que he aprendido a "dicir" "pinícula", van y lo llaman "flim") transcurre en un consejo de accionistas mayoritarios en el que, tras muchas peripecias y latrocinios, comparece el presidente del banco y dice: "Soy el Robin Hood de los ricos, robo a los pobres para dárselo a los ricos". Todos aplauden y "the end". Es interesante verla si tenéis ocasión.
Leo también una serie de recetas de grandes mentes españolas en el terreno económico y existe una gran coincidencia en que se necesitan, al menos, tres cosas: una reforma profundísima de la administración, impuestos bajos y que las pequeñas y medianas empresas crezcan (España es el país con menor porcentaje de grandes empresas de los principales países de la UE).

Las propuestas de los partidos son, casi, las mismas de siempre. Las del PP se centran en el mercado laboral. Las del PSOE también, con incidencia en la subida del salario mínimo. Podemos defiende esta subida y quiere eliminar los incentivos al trabajo temporal, que la jornada laboral sea de 35 horas a la semana y que se cree una renta mínima para ciudadanos sin recursos, olvidándose, por tanto del salario universal sólo por ser español que preconizaba en sus inicios. Ciudadanos, de la mano del celebre economista Luis Garicano (a mí, particularmente, este hombre no me cae bien por alguna de sus propuestas) pide un único tipo de contrato y un complemento salarial para trabajadores con rentas muy bajas. UPyD pide también un contrato único y la rebaja del IVA e IRPF, aumentando hasta 95.000 euros al año el mínimo para aplicar el tipo marginal máximo (actualmente 60.000 euros). Izquierda Unida (o lo que queda de ella) lucha por la dación en pago con efectos retroactivos, una moratoria en los procedimientos hipotecarios y una renta mínima garantizada (para que los que no quieren trabajar sigan sin hacerlo). Los catalanes y vascos se limitan a pedir lo de siempre: más competencias y más dinero.
De entre los partidos que, según parece, tienen serias opciones de entrar en ayuntamientos, comunidades y en el congreso este año las propuestas de Ciudadanos están plasmadas negro sobre blanco y aunque hay algunas que no me gustan (por ejemplo, hablan de reconocer la singularidad catalana y ya os demostré en un blog anterior que esa singularidad no existe, y no se plantean, para nada, la recentralización en dos áreas que a mí me parecen fundamentales: sanidad y educación) el plan general que presentan puede resultar atractivo si se dedican, o si les dejan dedicarse, a ello. Podemos, salvo un  experto en ingeniería fiscal que ha cambiado su apellido de Monedero a Billetero, no tiene ningún plan. Dicen y se desdicen con lo que demuestran que no saben si van a poder. En Grecia no están pudiendo sino que, más bien, están pidiendo, volviendo a pedir, mientras atacan a Portugal y España porque se quejan de la cigarra griega. Podemos, como Syriza, sólo quieren llegar al poder y luego, ya veremos, que dijo un ciego. No hay nada claro salvo que, aunque no pueda desanimar a muchos ciudadanos a votarles, yo no lo haré porque, aunque no sea mucho, sí que tengo algo que perder.
Para colmo se han hecho con los servicios, publicitándolo a los cuatro vientos (que en realidad son ocho), de Hervé Falciani, a quien quieren poner como una especie de asesor financiero. Pero este sujeto no es asesor, ni financiero, ni siquiera economista, sino ingeniero de sistemas. Tiene 43 años y aunque nació en Mónaco (país de piratas) tiene ciudadanía francesa e italiana. Este fulano trabajaba como informático para el banco inglés HSBC en su sede en Suiza y aprovechando que, por su cargo, tenía acceso a numerosos datos identificativos de personas que tenían oculto su dinero en dicho banco, se hizo con un enorme listado de ellos, el famoso "listado Falciani" y con él que se fue de país en país, de gobierno en gobierno, intentándolo vender al mejor postor o a todos los postores al mismo tiempo. No es broma, hasta a mí, por mi trabajo me lo ofrecieron. La cuestión es que, como otros "traidores" famosos (Snowden, Assange,..), huyó del país helvético perseguido por la justicia y, tras muchas vueltas por Europa (casi tantas como Paesa, el vivo-muerto que entregó a Roldán), recaló en España donde, aunque han pedido su extradición, nadie ha movido un  pelo para entregarlo a las autoridades reclamantes y aquí vive tras haber pasado una temporadita en prisión. Y vive bien el jodido.
¿Podemos considerar a Falciani un Robin Hood o un hijoputa disfrazado de ese personaje? Yo me inclino más bien por la segunda opción, aunque tampoco es que me moleste mucho su actuación. Ha traicionado a su empresa (por dinero) pero ha puesto al alcance de todos unos listados de defraudadores fiscales de casi todo el mundo, muchos de ellos españoles. Es más, creo que el apellido que más se repite en su lista española es Botín. ¿Os suena de algo?.
Un total de 659 evasores españoles tenían cuenta en el HSBC y saldaron en 2010 (gobierno ZP con la incompetente ministra Elena Salgado en Economía) su fraude a Hacienda pagando 260 millones mediante una "regularización voluntaria" tras ser avisados de que iban a por ellos. De esa cantidad 211 millones corresponden a 12 miembros de la familia Botín, por lo que el resto (647) saldaron su deuda con 49 millones, es decir, ¡sólo 75.000 euros por evasor!.  Una verdadera miseria y una estafa a todos los ciudadanos paganos de impuestos porque, además, se obvió someterles a la aplicación de la ley tributaria en sus vertientes administrativa y penal simplemente "por ser vos quien sois" ya que cualquier actuación penal contra ellos les habría apartado de dirigir el Santander a Emilio y a sus hijos, incluida Ana Patricia, la actual presidenta que entonces lo era de Banesto. Así que los Botín, y tantos otros, que nos dan consejos para trabajar mucho, para ahorrar y para ingresar los ahorros en sus bancos: Santander, Bankinter y, hasta hace poco, Banesto, en lugar de seguir las palabras que ellos mismos pronunciaban al creerse los más honestos del mundo, lo que hacían era llevar sus huchas, sus negras huchas, a paraísos fiscales y ocultar así tanto el propio dinero como su procedencia. ¡Menudo ejemplo de los cojones!. Sólo comentar que por hechos similares en Estados Unidos han multado con 780 millones de dólares al banco suizo UBS al tiempo que se logró recuperar más de 5.000 millones para las arcas del país.
Pero siguiendo con Falciani, resulta que este señor se presentó a las pasadas elecciones europeas dentro de las listas del Partido X, una agrupación política surgida al calor del 15-M y de los movimientos ciudadanos de protesta social (un Podemos II, vaya), cuyo cabeza de lista para Bruselas era, ni más ni menos, que un juez estimado por el populacho porque encerró en prisión dos veces a Blesa (el de Cajamadrid) pero que lo hizo de tal manera que se saltó todos los mecanismos legales habidos y por haber. Estoy hablando, claro, de Elpidio José Silva, juez de instrucción de Madrid que ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a 17 años y medio de inhabilitación como juez por un delito de prevaricación y dos contra la libertad individual. Ha recurrido al Supremo, pero hasta un jurista aficionado como yo sabe que el delito se cometió de manera muy evidente y, además, con recochineo.
Ahora que sabéis quien es Falciani y que va con Podemos, si queréis les votáis. Yo, insisto en que no.

En el Reino Unido todos los contribuyentes reciben una notificación sobre sus impuestos en la que el gobierno les desmenuza lo que han cobrado, el mínimo exento, la cantidad total que pagan de impuestos y, lo más importante, a qué apartados se ha dedicado esa cantidad: enseñanza, sanidad, defensa, interior, justicia, gastos sociales,...
A mí, como a todos, me jode pagar impuestos pero no hay otra. Más me jode que los que más tienen no los paguen ni inviertan sus pingües beneficios en un país tan pobre y necesitado como el nuestro. También me jode que con la cantidad de impuestos que me quitan no percibo que se haga nada de provecho, al estilo sajón o escandinavo. Por eso me gustaría que me explicaran a dónde va a parar mi dinero y, si no, que me lo devuelvan que ya lo destinaré yo a los menesteres que crea más necesarios. Claro que también me jodería que me mandaran un estado detallado de a qué se dedica mi dinero (y el de todos) en el que la partida más importante correspondiera a "untes y otras corruptelas", que es lo que está pasando en España desde Felipe Glez., constituyendo un problema que nadie, hasta ahora, ha tenido narices, por no decir otra cosa, de abordar.
En la puerta de mi casa la acera se está hundiendo. Muchos días un perro, mejor dicho, el amo de un perro nos deja una mierda de 300 gramos, así a ojo, en la puerta. Hay calles, carreteras y autovías que son casi de imposible circulación en base a los baches que tienen (quizá eso explique la proliferación de coches todo-terreno). La educación que dicen gratuita no lo es. Las listas de espera en la sanidad pública son más grandes que la de Falciani. La policía municipal se dedica a cualquier cosa menos a velar por los intereses de los habitantes de su municipio. Los aeropuertos de, por ejemplo, Huesca, La Rioja y León, que costaron un pastón, no tienen pasajeros. Las últimas autopistas construidas en España, en especial las radiales de la capital, no tienen coches y van a la quiebra (4.500 millones de euros nos pueden costar a todos los españoles). El AVE llega cada día a más sitios pero no hay trenes decentes de cercanías y medio recorrido, además, el AVE no llega a la isla donde vivo. Los aviones sí, pero a unos precios y con unas incomodidades ("striptease" continuo, por seguridad) que espanta tener que volar.
Y mi, nuestro, vuestro dinero, mientras tanto, en manos de unos facinerosos que no saben sacarle el rendimiento adecuado en favor de la sociedad, aunque sí en su propio favor. Y todos cada día un poco más pobres, menos los ricos que, como decía la medalla del amor que estuvo de moda por San Valentín y el día de la madre hace muchos años, hoy tienen "más que ayer, pero menos que mañana".

Pero no quiero acabar de esta manera tan dramática así que aprovecharé un chiste para explicaros cómo nos lo montamos en casa con nuestros sueldos cada día más devaluados (porque la gasolina, por ejemplo, está otra vez como un cohete). Resulta que se encuentran dos animales que no se conocían y mantienen la siguiente conversación:
-"Oye, ¿ y tú, que eres?"
-"Un perro lobo; mi padre era un perro y mi madre una loba . ¿Y tú?"
-"Yo, un oso hormiguero"
-"¡Venga hombre!"

En casa somos cigarrormigas u hormicigarras, aunque no os lo creáis. Sabemos ser hormigas en tiempos de abundancia y vamos ahorrando lo que podemos en lugar de cantar todo el rato, es decir, en lugar de comprarnos chalés, supercoches, móviles de última generación (que además no sabemos usar), ropa superguay y otras cosas prescindibles y, así, cuando viene la crisis como ahora, podemos hacer de cigarras manteniendo un nivel de vida digno, cantando todo el día sin apenas sufrir porque nuestros sueldos son recortados, mientras otros claman al cielo. Y podemos pagar los estudios de dos hijos fuera de casa y seguir vistiendo bien a base de "outlets" y rebajas y con calzoncillos marca "carrefour", que son los más cómodos que he llevado nunca.

A pesar de todo ello, si no logro saber a dónde va a parar mi dinero, seguiré exigiendo su devolución.

SALUDOS